El ejercicio es importante para el alivio del dolor de espalda

Muchas personas tienen la idea errónea de que el ejercicio aumenta el dolor de espalda. Por el contrario, en muchos casos el ejercicio puede ser un componente muy importante de la búsqueda de alivio de dolor de cuello y espalda.

Bajo la supervisión de un médico, el ejercicio puede estimular la cicatrización, liberar endorfinas (los analgésicos naturales del cuerpo), estimular el sistema inmunológico, así como mejorar la salud cardiovascular y la función pulmonar.

Aunque el malestar que se experimenta debido a condiciones como los discos herniados, discos abultados, ciática o estenosis espinal puede indicar que permanezcas inmóvil, trata de resistirte a esta tentación, si tu médico te anima a hacer ejercicio.

ejercico espalda

El desarrollo de un estilo de vida sedentario no sólo debilitará el cuello y la espalda, sino que también puede aumentar el riesgo de coágulos en la sangre, problemas de circulación, un sistema inmune debilitado y la pérdida de masa muscular.

Índice

Los tipos de ejercicio

Aunque la mayor parte del ejercicio es beneficioso, hay ciertos tipos de actividades que son mejores para las personas con dolor de cuello y espalda.

En general, elije ejercicios de bajo impacto, que minimicen la cantidad de presión sobre tus articulaciones. Por ejemplo, caminar es una actividad de bajo impacto, mientras que trotar es de alto impacto.

La natación es de bajo impacto, mientras que saltar la cuerda es de alto impacto. Recuerda que la columna vertebral está formada por vértebras, discos intervertebrales, articulaciones facetarias, nervios y músculos, por lo que un régimen de ejercicio que fortalezca estos componentes sin ejercer una descarga adicional es lo ideal.

Trabaja con tu médico para diseñar un programa de ejercicios que incluyan una variedad de ejercicios, tales como ejercicios abdominales, yoga, una caminadora elíptica, o la terapia de ejercicio sobre una pelota suiza o una bicicleta estática.

Se trata de actividades de bajo impacto que fortalezcan los músculos y los ligamentos que se alargan en el cuello y la espalda.

Otras opciones incluyen el senderismo, caminar por las escaleras y hacer ejercicios aeróbicos suaves.

La integración de otras formas de tratamiento conservador en tu régimen de ejercicio

Un beneficio adicional de los ejercicios, además de su componente de aumentar la fuerza, es que se queman calorías. Dado que el peso del cuerpo ejerce una presión sobre la columna vertebral, la quema de 350 a 500 calorías cada día puede ayudarte a perder unos kilos de más y reducir la presión del disco intervertebral.

Si tienes algún problema de columna como escoliosis, lordosis o hernia de disco, (entre otros) al hacer actividades físicas te darás cuenta de que el tener sobre peso o tener una barriga es algo que estorba.

Aunque con el paso de los años se vuelve cada vez más difícil para el metabolismo quemar calorías, debes tener un plan integral para eliminar el sobrepeso: dieta y ejercicio de bajo impacto.

Al reducir la grasa del torso, y aumentar la flexibilidad y fuerza de los músculos, la carga de las estructuras de la columna vertebral disminuye

En varias ocasiones ya hemos recomendado al yoga y el tai chi como las actividades de bajo impacto, más apropiadas como terapia a lesiones y enfermedades de la columna. Pregunta a tú medico, si lo permite ¡Adelante!

Enriquece tu dieta con alimentos que sean altos en fibra, calcio y ácidos grasos omega- 3, al tiempo que reduces el consumo de azúcares añadidas y grasas saturadas.

Si tu médico lo aprueba, también es posible integrar otras formas de tratamiento conservador en tu régimen de ejercicio, tales como medicamentos para el dolor, medicamentos anti -inflamatorios no esteroideos y terapia de temperatura, con calor y frío.

Ten en cuenta que un plan de dieta o ejercicio nunca debe intentarse sin la supervisión de un médico profesional, nutricionista y un instructor físico.

Nunca te esfuerces demasiado, y si tu dolor de cuello o espalda empeora con la actividad, pide una cita con tu médico para modificar el enfoque del tratamiento.