La desecación discal, también conocida como deshidratación discal es una manifestación de pérdida de hidratación del disco intervertebral.
El agua es el ingrediente más importante para la vida. El cuerpo humano está compuesto por un 70% de agua. Cuando ese porcentaje disminuye, empiezan los conflictos de salud. El desbalance de hidratación en los discos intervertebrales es la causa principal de los dolores de espalda.
Si sospecha de desecación discal, hágase una resonancia magnética. Los discos intervertebrales que aparezcan más oscuros son candidatos a sufrir de deshidratación.
Índice
¿Qué es el disco intervertebral?
La columna vertebral está constituida por un total de 33 vertebras, las cuales obtienen su articulación a través de los discos intervertebrales.
Entonces el disco intervertebral es esa estructura que se dispone entre dos vértebras y que presenta un aspecto de fibrocartílago. Su núcleo está compuesto por un grupo gelatinoso, el cual amortigua las fuerzas de compresión entre las dos vértebras. También posee un anillo externo que cubre al núcleo, compuesta de colágeno cuya función es limitar la rotación de las vértebras.
Para el correcto funcionamiento del disco, se debe mantener bien hidratado, pues de lo contrario perderá su función de amortiguación y puede dar lugar a hernias discales.
Proceso de desecación discal
El disco intervertebral se ve sometido diariamente a un proceso de hidratación y deshidratación continua. Durante el día, cuando realizamos nuestras actividades diarias, estos discos intervertebrales se ven subyugados a una deshidratación constante debido a una compresión causada por el peso de la persona, pero también por una contracción o tensión muscular. Cuando descansamos y nos acostamos, se produce una reacción inversa, los discos se hidratan nuevamente, ya que la compresión por el peso desaparece y la tensión disminuye.
Si el disco intervertebral está sometido a deshidratación, parte del líquido que contiene su núcleo se transfiere al interior de la vértebra. Cuando ese líquido vuelve al disco, hablamos de hidratación.
En este proceso de hidratación-deshidratación, termina ganando la deshidratación. Con el pasar de los años es normal que el disco intervertebral pierda líquido y termine deshidratado especialmente en personas de la tercera edad.
También aquellas personas que trabajan o practican deportes que se relacionan con levantar peso, serán más propensas a sufrir una deshidratación del disco intervertebral a una temprana edad. Las probabilidades de sufrir hernias discales aumentan notablemente si no usan el equipo apropiado para protegerse.
¿Cómo puedo prevenir una deshidratación del disco intervertebral?
Lo primero que se debe hacer es mantenerse hidratado. La falta de líquidos acelerará la desecación discal y será el inicio del padecimiento de dolores de espalda.
También se debe evitar consumir bebidas que contengan alcohol, cafeína y refrescos de cola.
Una correcta postura al momento de sentarnos ayudará a evitar presión sobre los discos. Igualmente se debe mejorar los movimiento al momento de levantar pesos.
Tratamiento para la desecación discal
Una vez que tenemos la certeza que uno o varios discos han sufrido de deshidratación, debemos actuar de manera inmediata para corregir la afección y evitar en la medida de lo posible que se sigan desecando los discos intervertebrales.
Ejercicios
Los ejercicios que se relacionan con el estiramiento son los más recomendados. Aunque se pueden hace en casa, es mejor que sea supervisado por un fisioterapeuta ya que si el ejercicio es mal realizado podría complicarse.
Los ejercicios se deben realizar por zonas, comenzando por estirar las piernas y luego ir subiendo hasta la región lumbar.
Los ejercicios aeróbicos contribuyen a mejorar la flexibilidad y el movimiento al tiempo que fortalece los músculos.
Los aeróbicos en el agua son excelentes para mejorar el funcionamiento del disco por ser de bajo impacto. Practique caminando bajo el agua, manteniendo la espalda en una posición recta. Haga ejercicios estacionarios en el agua como mantener el equilibrio con una sola pierna o tijeras.
Caminar por lo menos media hora diariamente ayudará a fortalecer los músculos de la espalda y tiende a aliviar la presión de disco intervertebral.
Masajes
Una terapia de masajes coadyuvará a relajar los músculos que se encuentran en la corredera vertebral y liberará un poco esa presión que se encuentra en los discos intervertebrales.
Un ajuste de la columna vertebral mediante tratamiento quiropráctico, aliviará el dolor porque aumenta la flexibilidad del cuerpo y libera la compresión existente entre el disco y la vértebra.
Cirugía
Si no consigue alivio con los tratamientos anteriores, tendrá que recurrir a la cirugía para hernias discales. Si la disecación del disco intervertebral ha pasado a la condición de hernia de disco, se debe consultar al especialista y éste decidirá cual técnica quirúrgica será la más conveniente dependiendo de la gravedad del caso.
Entre las cirugías más comunes y las más recomendadas por los especialistas encontramos:
Descompresión espinal. Los resultados que se busca con este método es la de rehidratar el disco intervertebral, separando los huesos de la columna cuidadosamente. La presión en el disco disminuye incentivando la hidratación.
Discectomía. Remueve el material discal herniado.
Laminectomía. Se extrae la lámina de una vértebra con la finalidad de liberar presión en la raíz nerviosa.
Prótesis de disco. Si el disco intervertebral aparece muy degenerado, la opción será reemplazarlo con una prótesis artificial.