Dolencias y tipos de escoliosis a los 50 años

Los adultos que padecen de escoliosis acostumbran a no presentar síntomas durante gran parte de su vida, pero cuando aparecen se debe a que la curvatura empeora o el adulto comienza a experimentar otros problemas como la degeneración de los discos.

La escoliosis en adultos puede ser el resultado de una degeneración progresiva de los elementos vertebrales una vez alcanzada una edad madura, lo que puede derivar en cargas asimétricas y una deformación de la columna vertebral. La escoliosis degenerativa acaba afectando a los planos coronal, axial y sagital. En este último se encuentran la pelvis, los riñones y la columna lumbar, mientras que los otros dos se encuentran limitados a la pelvis.

Índice

Tipos de escoliosis en adultos

Cuando hablamos de escoliosis en personas adultas podemos diferenciar principalmente entre tres tipos, que son los siguientes:

Escoliosis degenerativa primaria (o de novo)

La escoliosis degenerativa primaria, también conocida como de novo, se presenta en adultos después de que la estructura ósea ha alcanzado la madurez. En estos casos, la escoliosis aparece de manera nueva en la vida del individuo. Se caracteriza por tener deformidades vertebrales mínimas, como fracturas por compresión en huesos con osteoporosis. Además de la curvatura de la columna, el paciente puede experimentar otros problemas como estrechamiento del canal espinal, protuberancias en los discos intervertebrales y artritis en las articulaciones de las vértebras.

El dolor asociado a esta condición se debe principalmente a una mala alineación en la columna vertebral. A diferencia de la escoliosis idiopática, las curvas en la escoliosis degenerativa primaria tienden a ser más cortas, y al principio, la deformidad en las vértebras es menos evidente.

Deformidad idiopática progresiva

La deformidad idiopática progresiva se forma antes de que los huesos alcancen la madurez. Inicia su desarrollo durante la niñez o adolescencia, pero sus síntomas suelen manifestarse en la adultez. Esta forma de escoliosis afecta principalmente la columna en las regiones torácica, toracolumbar y lumbar. La alteración en la alineación sagital generalmente se asocia con la pérdida de la curvatura natural de la espalda, conocida como lordosis fisiológica, y en casos extremos puede desarrollarse una cifosis real.

Escoliosis degenerativa secundaria

La escoliosis degenerativa secundaria afecta principalmente la columna en las regiones toracolumbar, lumbar o lumbosacra, y puede originarse dentro o fuera de la columna vertebral.

Aquellas que se originan dentro de la columna son secundarias a una curvatura adyacente, que puede ser idiopática, neuromuscular o congénita.

Por otro lado, las que tienen su origen fuera de la columna vertebral son resultado de una oblicuidad pélvica, que puede surgir a causa de una discrepancia en la longitud de las extremidades pélvicas, problemas en la cadera o anomalías en la región lumbosacra.

A nivel clínico, las escoliosis de mayor importancia son las escoliosis degenerativa secundaria y degenerativa primaria, las cuales, una vez que se superan los 65 años, son problemas que se agravan por la artrosis o la degeneración discal o facetaria, pasando a que exista una deformidad idiopática progresiva.

Dolencias más comunes de la escoliosis en adultos

Los síntomas de la escoliosis dependen de la gravedad de la desviación de la columna, y también del tiempo que la persona afectada lleve sufriéndola. En aquellas personas adultas de más de 30 años de edad, la escoliosis comienza a empeorar, y también lo hacen sus síntomas. De esta manera, aparecen algunas de las dolencias más comunes.

Entre ellos tenemos que hablar del dolor de espalda al permanecer mucho tiempo de pie o sentados, unas molestias que se incrementan con el tiempo con motivo de la degeneración de la columna vertebral.

Además, a medida que pasa el tiempo, pueden derivar en otros síntomas más graves, que pueden venir derivados del torso y que incluso pueden llegar a provocar problemas en el corazón o los pulmones, con el riesgo que ello supone para la salud.

Tratamiento de la escoliosis en adultos

El tratamiento de la escoliosis a los 50 años se encuentra basada en la gravedad de los síntomas. En la gran mayoría de los adultos que sufren esta patología de columna pueden ver cómo se trata el mismo sin necesidad de intervención quirúrgica. Y es que en algunos casos es suficiente con medicamentos y sesiones de fisioterapia, con las cuales se consigue aliviar las molestias de la espalda.

En aquellos casos en los que nos encontramos con una curvatura leve de la columna vertebral, se puede optar por recurrir a un tratamiento conservador de la escoliosis, además de ser un momento en el que es necesario comenzar a adoptar nuevos hábitos posturales. Entre ellos se encuentra la necesidad de utilizar una forma correcta para moverse y descansar, aliviando así el dolor, pero también optando por ejercicios de fuerza que ayudan a sostener las articulaciones y reducir la fatiga.

También se recomiendan los ejercicios de flexibilidad entre los que se incluyen respiraciones profundas para ayudar a expandir el pecho, y otras formas que permitan a la persona con escoliosis mantenerse activa y mejorar su calidad de vida sin que sigan creciendo los síntomas.

En última instancia, dado que el tratamiento conservador no resulte suficiente para poder solucionar este problema, y que se trate de pacientes que tengan muy desviada la columna, puede ser necesario recurrir a intervenciones quirúrgicas para aliviar los síntomas, si bien hay que tener en cuenta que se trata de una operación compleja.

Es por ello por lo que solo se encuentra indicada para pacientes que superen los 45-50 grados de curvatura, y en las que esta circunstancia le esté afectando mucho a la calidad de vida. Gracias a los avances en cirugía de escoliosis, el cirujano puede planificar y prever los resultados de la operación antes de realizarla. De hecho, la planificación es fundamental para poder llegar a tener éxito en la operación.

De esta manera, es muy recomendable comenzar siempre por unos buenos hábitos posturales que sirvan como medida de prevención para tratar de evitar este tipo de problemas de salud, los cuales pueden llegar a tener un gran impacto en la salud de la columna vertebral, lo que también ayuda a disfrutar de un mayor bienestar y menos molestias.