Cómo saber si el vértigo es de origen cervical

El vértigo es aquella sensación de movimiento irreal, ya sea del entorno o de uno mismo. Este síntoma, aunque no constituye una enfermedad en sí misma, puede ir acompañado de otros como mareo, náuseas o sensación de desmayo. Se estima que aproximadamente el 7,4% de la población experimenta al menos un episodio de vértigo a lo largo de su vida.

Existen diversas razones que pueden estar detrás de este síntoma. En ocasiones, la propia tensión muscular puede ser la responsable de desencadenar el vértigo. En tales casos, la terapia manual u otras técnicas proporcionadas por la fisioterapia son tratamientos recomendados.

Por otro lado, es posible que otras causas subyazcan detrás de esta sensación, como por ejemplo, la presión ejercida por algunas vértebras sobre las arterias, lo que puede resultar en una deficiente irrigación sanguínea hacia la cabeza, ocasionando dolor en la zona y vértigo.

Además, el oído también puede ser responsable de este síntoma, por lo que se recomienda acudir a un otorrinolaringólogo para obtener un diagnóstico preciso.

Índice

Síntomas del vértigo de origen cervical

El vértigo de origen cervical es una condición que se caracteriza por la sensación de mareo o vértigo que se desencadena por problemas en la región cervical de la columna vertebral. Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero suelen incluir mareos, sensación de giro o movimiento, desequilibrio, inestabilidad al caminar, y en algunos casos, náuseas y vómitos. Es importante destacar que estos síntomas pueden ser desencadenados por ciertos movimientos del cuello o al mantener una posición durante un período prolongado.

Una de las características distintivas del vértigo de origen cervical es que los síntomas suelen empeorar con determinados movimientos del cuello, como girar la cabeza o inclinarla hacia atrás. Esto se debe a que los nervios cervicales están conectados con el sistema vestibular, que controla el equilibrio y la orientación espacial. Cuando hay disfunción en la región cervical, se pueden enviar señales confusas al cerebro, lo que resulta en la sensación de vértigo.

Además de los síntomas vestibulares, el vértigo cervical también puede estar acompañado de otros síntomas relacionados con el cuello, como dolor o rigidez en la región cervical. Estos síntomas pueden ser intermitentes y pueden empeorar con la actividad física o el estrés.

Diagnóstico del vértigo de origen cervical

El diagnóstico del vértigo de origen cervical es fundamental para proporcionar un tratamiento efectivo y manejar los síntomas asociados con esta condición. Dado que los síntomas pueden superponerse con otras formas de vértigo, como la enfermedad de Menière o el vértigo posicional paroxístico benigno, es crucial realizar una evaluación exhaustiva para identificar el origen del vértigo.

Los médicos suelen comenzar con un historial clínico detallado, donde se recopilan antecedentes médicos, síntomas actuales y posibles desencadenantes del vértigo. Es importante informar al médico sobre cualquier historial de lesiones en el cuello, problemas de columna vertebral o cirugías previas que puedan estar relacionadas con los síntomas.

El examen físico puede incluir pruebas neurológicas y musculoesqueléticas, donde el médico evalúa la movilidad del cuello, la fuerza muscular y los reflejos. Se pueden realizar pruebas específicas para evaluar la función vestibular, como el test de Dix-Hallpike o la maniobra de Epley, para descartar otras causas de vértigo.

Las pruebas de imagen, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC), pueden ser útiles para identificar problemas estructurales en la columna cervical, como hernias discales, espondilosis cervical o estenosis espinal, que podrían estar causando el vértigo. Estas pruebas también pueden ayudar a descartar otras condiciones que puedan estar contribuyendo a los síntomas.

Además, se pueden realizar pruebas de provocación del vértigo donde se realizan movimientos específicos del cuello para ver si desencadenan los síntomas de vértigo. Esto puede ayudar a confirmar el diagnóstico de vértigo cervical y descartar otras causas posibles.

En algunos casos, los médicos pueden derivar a los pacientes a especialistas, como neurólogos, otorrinolaringólogos o fisioterapeutas especializados en trastornos cervicales, para una evaluación más completa y un tratamiento específico.

Tratamiento del vértigo cervical

El tratamiento del vértigo de origen cervical se centra en aliviar los síntomas y abordar las causas subyacentes de la condición. Es crucial adoptar un enfoque multidisciplinario que puede incluir terapias físicas, medicamentos, cambios en el estilo de vida y, en casos severos, procedimientos quirúrgicos.

La terapia física juega un papel fundamental en el tratamiento del vértigo cervical. Los fisioterapeutas pueden diseñar programas de ejercicios específicos para fortalecer los músculos del cuello, mejorar la movilidad y la estabilidad cervical, y corregir la postura. Estos ejercicios pueden incluir técnicas de estiramiento, fortalecimiento muscular y ejercicios de equilibrio para ayudar a controlar los síntomas de vértigo y mejorar la función cervical.

Los medicamentos pueden ser recetados para ayudar a aliviar los síntomas asociados con el vértigo cervical. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden ser útiles para reducir el dolor y la inflamación en la región cervical. Los relajantes musculares pueden ayudar a reducir la tensión muscular en el cuello, lo que puede aliviar los síntomas de vértigo. Además, los medicamentos para el mareo, como los antihistamínicos o los benzodiacepinas, pueden ser recetados para controlar los síntomas vestibulares.

Los cambios en el estilo de vida también pueden ser beneficiosos para el manejo del vértigo cervical. Esto puede incluir evitar actividades que desencadenen los síntomas, como movimientos bruscos del cuello o mantener una posición durante mucho tiempo. Mantener una buena postura y practicar técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, pueden ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar la salud cervical.

En casos severos o persistentes, cuando los síntomas no responden a otros tratamientos, se puede considerar la cirugía como opción. La cirugía cervical puede ser necesaria para corregir problemas estructurales en la columna vertebral, como hernias discales, espondilosis cervical o estenosis espinal, que pueden estar causando el vértigo.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento del vértigo cervical puede variar según las necesidades individuales de cada paciente y la gravedad de los síntomas. Es fundamental trabajar en colaboración con un equipo médico especializado para desarrollar un plan de tratamiento integral que aborde todos los aspectos de la condición y mejore la calidad de vida del paciente.