La contractura cervical se presenta cuando los músculos que se encuentran alrededor de las vertebras cervicales, se tornan rígidos como consecuencia de múltiples factores. Esta condición genera dolor y afecta la vida normal de la persona que la padece. Esta contractura con frecuencia también puede ocasionar mareos y dolores de cabeza. Si la condición persiste, el cuello puede perder su curvatura normal y volverse recto, lo cual genera dolor en la espalda y en el propio cuello.
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Cosas que debes saber acerca de la contractura cervical
Este padecimiento afecta a una gran cantidad de personas e incluso puede derivar en un dolor de cuello crónico. Se trata de una molestia que se extienden desde el cuello hasta la zona de la espalda interescupular y su duración se puede prolongar hasta las 12 semanas. La buena noticia es que en la mayoría de los casos no hay que preocuparse por sufrir de una contractura en las cervicales, ya que con una visita al fisioterapeuta es suficiente.
Cabe mencionar que el dolor de cuello crónico con frecuencia es más bien consecuencia de algún tipo de accidente en el hogar o de tráfico. Recordemos que la función principal de las vertebras cervicales es la de mantener la cabeza erguida. Esto significa que se trata de una zona donde la tensión se acumula fácilmente, en especial si sometemos a nuestro cuerpo a una mala postura.
Por lo tanto, la zona cervical se ha identificado como una fuente de dolor muy común entre personas de cualquier edad, sexo y particularmente entre aquellas personas que suelen tener largas jornadas de trabajo frente al ordenador que simplemente están expuestas diariamente a situaciones de mucho estrés.
¿Qué pasa si la contractura cervical no se trata a tiempo?
Si la contractura cervical no se trata a tiempo, esta condición puede generar problemas, sin mencionar las molestias e incomodidad. En consecuencia es fundamental acudir con un terapeuta físico en caso de que se experimente este tipo de condición. Este especialista es la persona más adecuada para indicar el tratamiento que se debe seguir, así como los ejercicios que se pueden hacer en casa para relajar la zona afectada o evitar problemas en el futuro.
Todas las contracturas cervicales tienen que ser tratadas por un profesional calificado en terapia física, pero también es un hecho que este tipo de dolencias se pueden prevenir mediante la práctica de ejercicios que nos ayuden a mejorar nuestra postura, así como nuestro tono muscular. Esto puede ser bien con pilates, yoga o incluso con tai chi.
Si se crea un habito de realizar cualquiera de estas actividades, las posibilidades de padecer una contractura cervical disminuyen considerablemente, por lo que es una buena idea practicarlas con regularidad.
¿Cómo tratar una contractura cervical?
A continuación les compartiremos las instrucciones para tratar una contractura cervical en casa, teniendo siempre presente que se debe acudir con un especialista en fisioterapia en caso de que el dolor persista o empeore.
En primer lugar, cuando se experimente una molestia en el cuelo, lo que se debe hacer es colocar un poco de calor seco. Esto puede ser una manta eléctrica a media potencia y por periodos de entre 5 a 10 minutos varias veces al día. Este tratamiento es eficaz debido a que el calor relaja los músculos y evita el dolor.
También es una opción tomar antiinflamatorios o relajantes musculares, aunque no es del todo recomendable ya que estos medicamentos no son filtrados por el hígado, por lo que puede conducir a lesiones musculares cuando se esta alterado.
Por supuesto se deben evitar todas las cosas que pueden ocasionar una contractura cervical, incluyendo el estrés emocional, un manejo inadecuado de estrés, la falta regular de ejercicio, una dieta deficiente, así como una mala postura al dormir, etc.
En caso de que la contractura se prolongue por mucho tiempo o el dolor es muy severo, lo mejor es acudir de inmediato con un fisioterapeuta. Este especialista puede ofrecer una serie de ejercicios indicados para realizar todos los días, incluyendo el fortalecimiento muscular sin sentir dolor
Igualmente es recomendable hacer ejercicio diariamente, en especial yoga o pilates, ya que eso reduce significativamente la aparición de molestias, además de que nos ayudan a mantener una postura adecuada durante el día.
Es ideal hacer ejercicios de relajación, principalmente al despertar y antes de ir a la cama, ya que esto puede ayudar a canalizar las tensiones emocionales que se acumulan a lo largo del día. Se recomienda hacer pausas breves durante las tareas diarias, pensar positivamente y hacer ejercicios para controlar la respiración.
Algunos remedios naturales para las contracturas cervicales incluyen plantas medicinales con propiedades antiinflamatorias como el caso del jengibre o el té de ortiga.
Ante todo, siempre cuidar de mantener una postura adecuada al estar sentado, de pie o recostado en la cama. Si el dolor es demasiado intenso, lo recomendable es acudir con un fisioterapeuta para que indique el tratamiento a seguir.