¿Qué es un lipoma en la espalda?

Una lipoma en la espalda es un tumor de grasa benigno y son más comunes de lo que se pueda llegar a pensar. Por lo general crecen de forma lenta y se localizan por debajo de la piel, que son los que se denominan subcutáneos; y aquellos denominados intramusculares, que son los que están profundos o en el interior de los músculos. Incluso hay casos en los que pueden estar dentro de los huesos o articulaciones, aunque este tipo de casos es mucho menos frecuentes.

Los lipomas se encuentran compuestos por tejido graso, procediendo así a la formación de tumoraciones que son lisas por lo general y blancas. No obstante, hay que tener en cuenta que su firmeza puede variar.

Además hay que tener en cuenta que son indoloros y se mueven con facilidad cuando se presiona sobre ellos. Pueden aparecen en cualquier parte del cuerpo, aunque lo más habitual es que lo hagan en zonas como el cuello, torso, antebrazos, espalda y abdomen. Además, el lipoma en la espalda y otras partes es más habitual entre las mujeres y pueden aparecer más de uno. A pesar de ello, no se debe caer en el alarmismo, ya que no es cancerígeno y solo requerirá de tratamiento en el caso de que el lipoma llegue a producir molestias o dolor.

Índice

Causas del lipoma en la espalda

No existe una causa en concreto que pueda provocar la aparición de un lipoma en la espalda y en otras partes del cuerpo, si bien hay que tener en cuenta que existen una serie de factores que pueden hacer que se produzca su aparición.

Para empezar hay que atender a factores genéticos, ya que es probable que un componente genético pueda hacer que aparezcan varios miembros de lipomas entre los integrantes de una misma familia; así como el factor de la edad. Aunque pueden aparecer a cualquier edad, se dan con una mayor frecuencia entre los 40 y los 60 años. Además, también hay que atender a factores de patologías, ya que existe un mayor riesgo en personas que padecen enfermedad de Dercum, enfermedad de Madelung, Síndrome de Cowden o Síndrome de Gardner.

Síntomas de un lipoma

Si padeces un lipoma en la espalda o en otra parte del cuerpo, hay que tener en cuenta los síntomas de los mismos, que hace que se presenten una serie de características claras, entre las cuales debemos indicar las siguientes:

  • Se presenta como un bulto blanco que se puede tocar, debajo de la piel o de manera más difusa los profundos.
  • Es indoloro, aunque en ocasiones puede llegar a provocar molestias al tacto en la persona que lo padece, sobre todo cuando estos se localizan cerca de algún nervio, lo que hace que sea necesaria una intervención o tratamiento para hacerle frente.
  • Se mueven a la hora de presionarlos.

Diagnosis de un lipoma

Para diagnosticar el padecimiento de un lipoma en la espalda, se tendrá que llevar a cabo una exploración física que permita diferenciarlo de otros tumores comunes como los fibromas o los quistes.

Para ello la radiología ideal para ello es una resonancia magnética, ya que esta cuenta con una elevada precisión para la diagnosis de lipomas y dar así una localización exacta. La localización es importante para la planificación de la posible cirugía que muestra la relación con las estructuras que contacta, ya sea músculo, tendones, nervios, piel, arterias o ligamentos.

Tratamiento del lipoma en la espalda

A la hora de afrontar el tratamiento de un lipoma en la espalda o que se encuentre ubicado en otras partes del cuerpo, hay que tener en cuenta cómo se realiza su tratamiento. En el caso de los lipomas de pequeño tamaño, aquellos que no causen ningún síntoma pueden suponer que se puede hacer un seguimiento sin que haya necesidad de tratamiento. Si por el contrario se trata de síntomas que provocan molestias o dolor, el tratamiento se basa en una cirugía de extirpación.

La técnica habitual que se realiza para la extirpación de un lipoma en una resección marginal. En este tipo de intervención se lleva a cabo una incisión por encima del lipoma y se va separando su cápsula de los tejidos y las estructuras circundantes. Una vez se resequen, es el momento de suturar los planos y los tejidos de una forma automática.

De esta manera, es importante conocer todos estos conceptos en torno al lipoma en la espalda  para conocer la manera en la que se debe afrontar la situación en el caso de que se padezca uno de ellos. No obstante, como ya hemos mencionado, es un bulto que no debe ser asociado de una forma automática con algo negativo o peligroso para la salud, sino que se debe estudiar en cada caso en particular para poder determinar tanto sus consecuencias como la manera de proceder en el caso de que haya que intervenir.

En cualquier caso, al ser indoloros, es habitual que al no ser cancerígeno tan solo se procederá a llevar a cabo su tratamiento en el caso de que este provoque algún tipo de dolor o molestia sobre la persona que lo padece.

Factores de riesgo

Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de que se desarrolle un lipoma en la espalda , correspondiéndose estos con las causas que pueden llevar a padecer y que este aparezca en su cuerpo, ya sea en esta zona o en cualquier otro lugar de los ya mencionados con anterioridad.

En todo caso, existen una serie de factores de riesgo como son el hecho de tener una edad comprendida entre los 40 y los 60 años, si bien hay que tener claro que los lipomas pueden aparecer a cualquier edad, siendo más común que se dé en el grupo de edad mencionado.

Asimismo, otro factor de riesgo habitual e importante viene dado por motivos genéticos, ya que en muchas ocasiones los lipomas pueden provenir de la propia familia. Por este motivo, conviene conocer el historial familiar a la hora de afrontar este tipo de casos en los que se padezca un lipoma.