Osteomielitis: síntomas, causas y tratamiento

Osteomielitis es una infección e inflamación en el hueso. Raras veces ocurre, pero cuando se presenta es grave. Ocurre cuando una infección fúngica o bacteriana ingresa al tejido óseo debido a una lesión (fractura) o cirugía abierta. También puede deberse a cualquier infección en alguna parte del cuerpo que llegue al torrente sanguíneo y de aquí al hueso.

Osteomielitis es una infección e inflamación en el hueso

Estas infecciones óseas afectan comúnmente los huesos de las piernas, brazos, columna vertebral y pelvis. En la actualidad hay avances significativos en tratamientos efectivos, que han logrado detener la propagación de la infección y salvar el hueso infectado.

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Osteomielitis vertebral

osteomielitis espinal, espondilodiscitis o infección del espacio discalLa osteomielitis vertebral, también conocida como osteomielitis espinal, espondilodiscitis o infección del espacio discal, es una infección ósea bastante rara que afecta las vértebras de la columna vertebral. Esta puede ser aguda, si su evolución ocurre en días o semanas, o crónica, si evoluciona a lo largo de meses e incluso años.

Los pacientes bajo está condición presentan fiebre, inflamación en la zona infectada, debilidad en la columna y músculos circundantes, dificultad para cambiar de posición y sudoración nocturna. Se profundiza el dolor de espalda y espasmos musculares al punto de confinar al paciente a un estado sedentario.

Al avanzar la infección, afectará al sistema nervioso a través de la médula espinal, perdiendo la capacidad de movimiento.

Por todo esto, es importante la intervención inmediata de un médico especialista en enfermedades infecciosas, para evitar una mayor amenaza a la médula espinal y que ayude a estabilizar al paciente.

Si la infección en las vértebras es detectada a tiempo, el médico puede intentar con antibióticos intravenosos para eliminar el patógeno. Si el tratamiento tiene éxito, se evitará la intervención quirúrgica.

Cuando la infección ha avanzado significativamente, probablemente requiera cirugía. Para reconstruir parte de la espina dorsal que se perdió por la infección, se aplicará la fusión espinal. En el proceso se limpia el área afectada y se inserta el material (injertos óseos extraídos de otras áreas del cuerpo o fragmentos de huesos de donantes fallecidos) que busca estabilizar las vértebras.

El injerto óseo se asegura en la región espinal mediante varillas de soporte y tornillos de titanio o acero inoxidable. Los primeros promueven una fusión más eficiente y tienen mejor visibilidad en la resonancia magnética.

¿Quién es candidato para padecer osteomielitis?

Esta condición afecta a niños y adultos. Se estima que la osteomielitis afecta a 8 de cada 100.000 niños y 2 de cada 10.000 personas por año en países desarrollados; aunque en España su frecuencia no parece ser muy elevada.

El debilitamiento del sistema inmunitario aumenta el riesgo de contraer osteomielitis, por ello las personas que son más propensas a padecerla son las que sufren de:

  • la osteomielitis afecta a niños y adultosDiabetes
  • Artritis Reumatoide
  • Anemia de células falciformes
  • VIH o SIDA
  • Uso prolongado de esteroides
  • Uso de drogas intravenosas
  • Alcoholismo
  • Diálisis y hemodiálisis
  • mala circulación sanguínea

¿Qué causa la osteomielitis?

La osteomielitis es causada por una bacteria llamada Staphylococcus aureusLa osteomielitis es causada, en la mayoría de los casos, por una bacteria llamada Staphylococcus aureus. Este tipo de estafilococo se propaga por contacto de piel con piel. Las personas que presentan quemaduras o el eczema, tienen mayor probabilidad de contraer este tipo de infecciones.

Cuando estas bacterias entran al torrente sanguíneo, puede provocar infecciones en otras partes del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central y los huesos. Normalmente, los huesos son resistente a las infecciones, sin embargo, la infección puede ingresar a un hueso bajo ciertas condiciones.

Cuando la infección llega al hueso, el sistema inmune intentará eliminarlo. Los neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco), actuarán de inmediato sobre la fuente de la infección, buscando acabar con las bacterias u hongos.

Si el paciente no se trata la infección a tiempo, los neutrófilos muertos se acumularán dentro del hueso y como resultado se formará un absceso o bolsa de pus. El absceso bloquea el suministro de sangre al hueso afectado, de continuar así, puede causar la muerte del hueso.

Osteomielitis por diabetes

Los pacientes con diabetes son más propensas a contraer osteomielitis

Los pacientes con diabetes son más propensas a contraer osteomielitis. Esto es debido a que el diabético frecuentemente desarrolla úlceras o gangrena en sus pies. Estás úlceras pueden desarrollar infecciones capaces de atravesar el tejido y alcanzar el hueso.

Osteomielitis por mala circulación sanguínea

Esta infección se desarrolla por algún corte pequeño o incluso un rasguño, comúnmente en los pies. Esta deficiencia vascular impide que los glóbulos blancos lleguen eficientemente al lugar de la infección, formándose úlceras profundas, exponiendo al hueso.

Osteomielitis hematógena

La infección se origina en el tracto respiratorio superior o en el tracto urinario. De aquí viaja por el torrente sanguíneo.

Osteomielitis postraumática

Ocurre después de una fractura compuesta, donde el hueso roto rompe la piel y la herida queda expuesta. También puede aparecer después de una cirugía en la que se dejan clavos, tornillos o placas metálicas que se usan para asegurar el hueso roto.

el síntoma de la osteomielitis es el dolor

Síntomas de la osteomielitis

Comúnmente, el síntoma característico de la osteomielitis es el dolor en la zona donde se está produciendo la infección. En algunos casos, viene acompañado por algunos de los siguientes síntomas:

  • Fiebre, acompañado de escalofríos
  • Enrojecimiento e hinchazón del área infectada
  • Malestar general e irritabilidad
  • Drenaje de pus o líquido en la zona
  • Rigidez o incapacidad de usar la extremidad afectada

¿Cómo se diagnostica la osteomielitis?

Cuando se sospecha la presencia de osteomielitis, el médico ordena una prueba de sangre completa en busca de valores anómalos, que se encuentren lejos de los rangos aceptables. Por ejemplo, un conteo sanguíneo completo (CSC) y la tasa de sedimentación globular pueden indicar niveles de infección.

Estos análisis de sangre no son del todo concluyentes y no son suficientes para confirmar la presencia de osteomielitis. Para afirmar la presencia de infección en el hueso, se deben tomar medidas adicionales a través de diversas técnicas de imágenes radiológicas como resonancia magnética o tomografía computarizada. También se puede intentar una biopsia por aspiración en el lugar de la infección.

Tratamiento para osteomielitis

Tratamiento con antibióticos

El tratamiento de la osteomielitis depende del tipo de osteomielitis y la forma como se ha diseminado al hueso. Si la infección ósea es reciente, generalmente funciona el tratamiento con antibióticos orales en altas dosis o antifúngicos por vía intravenosa. Normalmente, este tratamiento se suministra por un período 4 a 6 semanas.

Si la bacteria se resiste al antibiótico, el tratamiento puede prolongarse un tiempo más. En este caso, el médico debe crear un cultivo tomando una muestra de la infección y someterla a pruebas de laboratorio con el fin de elegir el antibiótico más efectivo.

Es posible la aparición de efectos secundarios cuando se sigue un tratamiento con antibióticos. Estos pueden incluir: nauseas, vómito y diarrea.

Cuando la osteomielitis es causada por hongos, se puede combatir con un medicamento antimicótico.

Cuando la infección se desarrolla entre 1 y 2 meses, el tratamiento dependerá de la gravedad de la lesión. Si no existe el daño óseo, se tratará con antibióticos; pero si hay daño óseo, el paciente necesitará tomar antibióticos por vía intravenosa y cuando la infección esté controlada, cambiar a antibióticos orales.

Tratamiento con cirugía

cirugía por osteomielitis La cirugía por osteomielitis está indicada si el paciente no ha respondido al tratamiento antimicrobiano específico. Puede ocurrir cuando hay presencia de un absceso persistente, o si la infección toma carácter concomitante.

Si la infección comienza 2 meses después de una lesión, se sugiere antibióticos y cirugía para reparar el daño en los huesos. La acumulación de pus o líquido necesita drenarse; para ello el cirujano debe abrir el área alrededor del hueso.

Es probable que en la cirugía se extirpe la mayor cantidad de hueso enfermo y parte del tejido circundante con signo de infección. El espacio perdido se repone con hueso y tejido sano, mediante injertos. El injerto también ayuda a reparar vasos sanguíneos dañados, y finalmente formará un nuevo hueso.

¿Qué tratamiento se sigue si el paciente no es apto para una cirugía?

Si el paciente no puede tolerar la cirugía, debido a una enfermedad o por edad avanzada, se seguirá un tratamiento con antibióticos por un tiempo prolongado (posiblemente años), buscando suprimir la infección. De no poder controlar la infección por esta vía, se debe amputar parte o la totalidad de la extremidad infectada.