Tener una contractura en la espalda es más frecuente de lo que pensamos. Sin embargo, en ocasiones no le damos demasiada importancia, a pesar de ser una molestia que puede limitar nuestra actividad en el día a día.
¿Qué es una contractura en la espalda? Una contractura muscular es una contracción de los músculos que se produce de forma involuntaria por haber realizado un esfuerzo excesivo que ha terminado causando molestias en los músculos.
En el caso de una contractura de espalda, son los músculos de esta zona los que han sido afectados por ese esfuerzo extra que se ha realizado. Para disminuir el dolor y las molestias que causa, es importante identificar cómo aliviar una contractura en la espalda y qué hacer para evitarla.
Índice
Causas de las contracturas en la espalda más comunes
Son varios los motivos por los cuales se puede sufrir una contractura en la espalda, normalmente relacionados con los actos que llevamos a cabo cada día.
Algunas de las causas frecuentes de esta condición son:
- Mala posición que se repite con frecuencia, lo que acaba contracturando el músculo. Por ejemplo, agachar demasiado la cabeza para mirar el ordenador, repetir con frecuencia un mismo movimiento, etc.
- Ejercicios mal realizados en los que movemos bruscamente un músculo de la espalda, lo que puede ocasionar una contractura.
- Falta de calentamiento antes de hacer deporte; si los músculos no están adecuadamente calientes antes de forzarlos, es posible que se presenten molestias
- Gestos y movimientos bruscos que dañan la espalda, como estirarse violentamente, agacharse bruscamente o cargar un objeto pesado sin tener la postura adecuada,
- Posturas fijas e incómodas como, por ejemplo, estar sentado delante del ordenador durante muchas horas.
- Estrés y tensión acumulada en la musculatura de la espalda. El factor emocional influye en el estado de nuestros músculos tensándolos, lo que puede hacernos más propensos a sufrir una contractura en la espalda.
Evaluar cuál es la posible causa de la contractura en la espalda y controlar todos aquellos factores que puedan incidir en su aparición, será importante para aliviarla y evitar que aparezca nuevamente.
Cómo mejorar de una contractura en la espalda
Aliviar una contractura en la espalda no siempre es sencillo y, dependiendo del tipo de lesión y de la frecuencia con la que se presenta, puede ser necesaria la intervención de un fisioterapeuta para aliviarla del todo.
No obstante, es posible seguir algunas pautas en casa para aliviar el dolor y las molestias en la espalda mientras esperas la atención de un profesional.
Desinflamar la zona con calor
El calor ayuda a relajar la musculatura contraída y, por tanto, a reducir las molestias que producen las contracturas musculares. Es por eso por lo que desinflamar la zona con calor es una buena opción.
Eso sí, es importante aplicar calor en periodos cortos de tiempo, aproximadamente de 15 minutos, varias veces al día con un tiempo prudencial entre aplicación y aplicación.
Se pueden usar compresas calientes o bolsas de agua, aunque también un baño caliente o una ducha caliente ayudarán a paliar el dolor. Recuerda siempre proteger la zona con un paño o toalla para evitar quemaduras en la piel.
Date un masaje para descontracturar la zona
Un masaje puede ayudar a reducir las molestias provocadas por la contractura muscular en la espalda.
Si te es posible alcanzar la zona contracturada con tus propias manos, puedes masajearla suavemente para eliminar el nudo en la espalda. En caso de que no puedas o que el dolor sea muy molesto, lo recomendable es acudir a un especialista en contracturas musculares para que te ayude a reducir el dolor.
Realiza estiramientos suaves
Cuando se tiene una contractura en la espalda o en cualquier otro músculo, es importante no hacer movimientos o estiramientos bruscos para no forzar aún más la zona.
¿Qué tipos de estiramientos se pueden realizar? Puedes practicar ejercicios de yoga para principiantes, sin inversiones, o bien cualquier tipo de estiramiento en agua que ayude a relajar la zona.
Practica actividad física suave para disminuir la tensión en la zona
Realizar alguna actividad física muy suave para disminuir la tensión en la zona es muy recomendable. Nadar, hacer actividades en agua o caminar a paso suave son algunas alternativas que puedes poner en práctica.
Aplicar un analgésico local en la zona
Usar un analgésico tópico para aliviar el dolor de la zona es también una opción para aliviar una contractura en la espalda y reducir las molestias. En farmacias podrás encontrar diversos medicamentos para tratar contracturas musculares.,
Uno de ellos es usar un analgésico en spray indicado para aliviar el dolor producido por contracturas musculares y otras condiciones, como esguinces, contusiones, lumbago, calambres o tortícolis, en adultos y niños a partir de 12 años.
Su rápida absorción ayuda a reducir las molestias de forma efectiva, se aplica fácilmente en la piel gracias a su pulverizador y no requiere de frotar o masajear la zona, actuando en el área del dolor para disminuir las molestias. Sin embargo, si tras su utilización el dolor no mejora o empeora tras 7 días de tratamiento, consulta al médico.
Claves para prevenir una contractura de espalda
Prevenir una contractura de espalda no siempre es posible, aunque es recomendable seguir una serie de pautas en el día a día para evitarlas:
- No hacer ninguna actividad física sin haber calentado previamente.
- No doblar la espalda al cargar objetos. Lo mejor es mantenerla recta para evitar que zonas sensibles, como la lumbar, se carguen.
- Cambiar de postura cada cierto tiempo si trabajas de pie o sentado. Realizar pequeñas pausas en las que puedas caminar y moverte es recomendable para evitar contracturas en la espalda y en otros músculos.
- Dormir en un colchón cómodo y adecuado para la salud de tu espalda. Los colchones muy viejos o elaborados con materiales poco apropiados pueden influir en tu salud lumbar ocasionando molestias en la espalda.