Cómo identificar y tratar una fractura de cadera

Cada año son más de 70.000 personas las que sufren una fractura de cadera, siendo la principal razón de ello el tener unos huesos débiles. En algunos casos, es necesario llevar a cabo una sustitución del hueso dañado por una prótesis, lo que implica tener que someterse a una intervención.

La articulación de la cadera es unan de las más importantes de nuestra autonomía, ya que nos aporta estabilidad y carga con gran parte de peso de nuestro cuerpo. Además, es la que recibe el mayor impacto a la hora de correr o andar, lo que puede provocar que se fura un gran desgaste. Todo ello, sumado a la pérdida de densidad ósea que se va produciendo con la edad, y especialmente en las mujeres a causa de la meyeezy boost 350 v2 hyperspace rose toy adult yeezy official nike air max 270 women’s sale custom youth hockey jerseys air jordan 1 low flyease asu football jersey best human hair wigs for black females yeezy shoes under 1000 luvme wigs on sale brock bowers jersey air max shoes custom football jerseys ja marr chase youth jersey adidas yeezy boost 350 turtle dove nopausia, todo ello hace que la cadera sea una de las partes más afectadas en personas de edad avanzada.

Este tipo de fracturas de cadera son más habituales a partir de los 65 años de edad, que suelen ocurrir por la unión de dos factores, el tener unos huesos débiles y haber recibido un golpe. El tener unos huesos débiles afectados por la osteoporosis, artrosis u otros problemas relacionados con los huesos hace que sea mucho más probable sufrir una fractura tras una caída. No obstante, independientemente de la edad que se tenga, un fuerte golpe en la zona puede derivar en una fractura de este tipo. A continuación te vamos a explicar todo lo que necesitas saber para conocer cómo identificar  y tratar una fractura de cadera.

Índice

Cómo identificar una fractura de cadera

Para identificar una fractura de cadera, hay que tener en cuenta que el dolor es habitual que se presente en la ingle o los gluteos, y es posible que se irradie por el muslo hasta llegar a la cara interna de la rodilla. También se puede notar en el momento en el que se siente que no se puede mover la pierna, viendo esta acortada y con el pie rotado hacia la parte exterior.

Estos son signos que nos pueden llevar a pensar que estamos ante una rotura de cadera, por lo que en este tipo de situaciones lo mejor será acudir a un profesional que se encargue de realizar una radiografía para confirmar el problema en la cadera. En cualquier caso, mientras no se acude, lo mejor es que la persona afectada evite moverse para no sufrir más daño, y se opte por llamar a un servicio de emergencias para que se encargue de trasladarle inmovilizado.

Cómo se produce una rotura en la cadera

Cuando se produce una rotura de la cadera, lo habitual es que se rompa el hueso del fémur, que lo hace por diferentes partes. En este caso tienen un pronóstico peor que las fracturas que tienen lugar en la parte alta, que suelen afectar a la articulación con la cadera.

El alcance de la lesión será menor o mayor en función de si ha existido desplazamiento de los fragmentos de la fractura o no. Por norma general, es suficiente una radiografía simple para comprobar la rotura, siendo en muy pocas ocasiones necesaria una resonancia magnética. El hueso no se suele desplazar pero esto no quiere decir que se trate de una fractura menos importante.

Tratamiento de una fractura en la cadera

Cuando una persona sufre una fractura de cadera, hay que tener en cuenta que el tratamiento a seguir dependerá de cada caso en particular, por lo que tendrá que ser valorado por el facultativo para tomar la mejor decisión al respecto.

En aquellos casos en los que los fragmentos fracturados se hayan desplazado lo mas mínimo o si se trata de una persona que tiene más de 65 años de edad y problemas de movilidad, se suele apostar por un reposo de 2 semanas con un vendaje o yeso en la pierna atado a una polea colocada en la cama. En el caso de que resulte necesario, se recetarán analgésicos y/o sedantes.

Asimismo, es habitual que se recomienda hacer rehabilitación, debiendo empezar lo antes posible y con una duración que va desde las dos semanas hasta varios meses, en función del alcance de la propia lesión y de la edad que tenga la persona que ha sufrido la fractura.

En cualquier caso, en el momento en el que la persona afectada tenga posibilidad, es recomendable que comience a ejercitar los músculos que intervienen en el movimiento de la cadera y la extremidad, siendo en este caso aconsejable recurrir a los servicios de un fisioterapeuta que pueda ayudar a la hora de llevar a cabo los ejercicios.

Paso por el quirófano

Sin embargo, en ocasiones no es suficiente con estos tratamientos y no queda otro remedio que someterse a una intervención quirúrgica para solucionar la fractura de cadera. Cuando la rotura tiene lugar en la cabeza del fémur, es posible la colocación de un dispositivo metálico para fijar la estructura, pero si tiene más de 70 años el paciente, se puede reemplazar la pieza dañada por un implante articular o prótesis. Si se ha producido una rotura del trocánter, es habitual colocar clavos, tornillos y placas metálicas.

La intervención se desarrolla bajo una anestesia epidural, aunque en algunos casos puede ser general. En la intervención primero se prepara la zona eliminando todo lo dañado para poder encajar la prótesis, para seguidamente fijar sus componentes de forma biológica empleando materiales que se encargan de estimular la formación del hueso o con cemento óseo, para finalmente acoplar las piezas haciendo uso de un elemento similar al de una bisagra entre ellas que hace que sea más sencilla su articulación.

Una vez que se ha realizado la cirugía, será necesario un periodo de reposo, mientras el cual es habitual que el paciente reciba medicación contra posibles trombosis y que lleve algún tipo de fijación para que no haya problemas en la recuperación de la lesión. Posteriormente tendrá que realizar una rehabilitación y extremar las medidas para no volver a caerse y no volver a romperse la cadera, pudiendo llevar una vida libre de estos problemas.