La hiperextensión se define como el movimiento de una articulación más allá de su rango de movimiento normal. En el caso especifico de las rodillas, esto significa que los huesos que forman la espinilla se desplazan hacia atrás en un ángulo obtuso con respecto al piel y el tobillo. Este movimiento es importante ya que puede afectar a la columna vertebral y por lo tanto conviene saber más al respecto.
Entonces, la espinilla, al estar de piel, mantiene un ángulo recto con respecto al piel; sin embargo para que el peso se distribuya con éxito desde la columna a la pelvis, las piernas y los pies, es necesario que el hueso del fémur se encuentra localizado directamente por encima de la tibia de tal manera que la tibia puede estar directamente en la parte superior del tobillo. Cuando se presenta una hiperextensión en una articulación de la rodilla, estos huesos se mueven hacia atrás, con lo cual disminuye considerablemente la transferencia de peso exitosa.
Ahora bien, la alineación de la columna vertebral es altamente dependiente de la posición que tiene la pelvis, por lo tanto resulta muy complicado alinear correctamente la pelvis cuando se presenta una hiperextensión en las rodillas. En consecuencia, cuando se presenta esta condición en las rodillas, la tibia, el peroné y el fémur, se mueven hacia atrás en la rodilla y el fémur se mueve hacia adelante, en la parte superior del muslo.
Aquí es importante mencionar que este movimiento del muslo hacia adelante tira de la pelvis con él y a menudo, aunque no siempre, la mete hacia adentro. Por su parte, y como consecuencia de esto, la columna vertebral es sacada de su alineación y el resultado es que con frecuencia se presenta una ligera compresión en la parte posterior tanto de la columna lumbar como de la columna cervical.
La hiperextensión de las rodillas o en su caso, la falta de alineación de cualquier articulación, no tiene que ser excesiva ya que pueden pasar muchos años con una mala alineación sutil que se suman con el tiempo y ponen en riesgo todo el esqueleto, pero principalmente la columna vertebral. De ahí la importancia de tomarse el tiempo para mejorar la postura.
También hay que entender que la columna vertebral se degenera de forma natural por muchas razones diferentes. El envejecimiento es el más natural de los procesos degenerativos y debido a que la vida sigue, nuestros huesos se van secando lentamente de tal manera que se vuelven frágiles en diversos grados. Las lesiones, así como las compensaciones, enfermedades, la genética y otros factores, también afectan la forma de la columna vertebral.
Se puede decir que todas estas son las cosas que están fuera de nuestro control consciente, sin embargo la postura es algo que si podemos controlar y de hecho, la hiperextensión en las rodillas es uno de los errores de postura más comunes. Para la mayoría de los especialistas, una mala postura puede ser la responsable directa de una buena parte de la degeneración de la médula. En su movimiento hacia arriba, los huesos soportan y transfieren el peso apilando uno directamente encima del otro.
Por ello, cuando un esqueleto se encuentra bien alineado, permite que los músculos trabajen lo menos posible al sostener el cuerpo, lo cual libera a esos mismos músculos de la función para la cual están diseñados.
Siempre hay que tener en cuenta que el movimiento de casi cualquier articulación del cuerpo, tiene una afectación sobre otras articulaciones cercanas. Para que la columna vertebral funcione correctamente, requiere que todas las articulaciones del cuerpo estén funcionando todas juntas en armonía, lo cual tristemente es más fácil decirlo que hacerlo.