A la hora de hablar de cómo tratar un lipoma espalda es importante tener en cuenta una serie de consideraciones fundamentales para ello, debiendo conocer en qué consisten. Por este motivo, si tienes uno de ellos en tu cuerpo, te vamos a explicar todo lo que debes saber al respecto.
Índice
¿Qué son los lipomas?
Los lipomas son tumores benignos que se dan con mayor frecuencia en los tejidos blandos que son parte de nuestro organismo. Se encuentran formados por células de tejido adiposo, y se acostumbran a identificar por ser lesiones nodulares subcutáneas, es decir que se encuentran situadas por debajo de la piel.
Los lipomas aparecen principalmente en las zonas del cuello, el tronco y la espalda. A la hora de hablar de lipoma espalda y de cualquier otra localización, hay que tener presente que se trata de lesiones nodulares que se presentan con un tacto blando y tienen características redondeadas o en forma de varias lobulaciones. Además, se desplazan cuando el paciente los toca.
En función de sus dimensiones pueden mostrar una mayor o menor prominencia, además de ser o no vistos a simple vista, aunque por norma general se pueden encontrar recubiertos por piel con un aspecto normal.
Los lipomas en la espalda
En lo que se refiere a lipoma espalda, nos encontramos con lipomas que, por lo general, son de tipo subcutánea, siendo tumores benignos que acostumbran a crecer en tamaño de manera progresiva.
Al igual que sucede con la gran mayoría de los tipos de lipomas, estos que se encuentran en la espalda no acostumbran a mostrar síntomas específicos a excepción de inflamación y dolores intermitentes, que en la mayoría de las ocasiones vienen dados por pequeños traumatismos en la zona en la que se encuentran.
No obstante, hay ocasiones en las que estos lipomas se pueden infectar, lo que hace que crezcan en tamaño y se enrojezca la piel que los rodea, llegando a ser necesario administrar antibióticos para hacer frente a dicha infección.
Los lipoma espalda crecen de manera lenta y constante hasta poder llegar a situarse con un diámetro de entre 2 y 10 centímetros, un crecimiento tras el cual se estabilizan. Aunque acostumbran a ser asintomáticos, pueden llegar a originar molestias locales.
Tipos de lipomas en la espalda
Antes de explicarte cómo tratar los lipoma espalda, es importante que tengas en cuenta que, en función de su forma y sus propias características, nos podemos encontrar con diferentes tipos de lipomas en la espalda, y estos son los siguientes:
- Fibrolipomas. Son lipomas cuya característica principal es que cuentan con células de tejido adiposo y células de tejido fibroso, es decir, que son duras.
- Mixolipomas. Se trata de lipomas en los que hay un cambio interno denominado mixoide, que provoca cambios en las células normales que conforman el lipoma.
- Lipoma condroide. Es un tipo de lipoma que se caracterizan por formar células similares a las que se encuentran en los cartílagos que recubren algunas de las articulaciones del cuerpo humano.
- Miolipoma. Es un tipo de lipoma cuya característica diferenciadora es que está integrado por la mezcla de células que provienen del tejido graso y células musculares. Hay muchos tipos dentro de los miolipomas, en función de la proporción que haya de estas células.
- Hibernoma. Estamos ante un tumor benigno raro que se encuentra localizado principalmente en la axila y en regiones intercapsulares. Tiene un color similar al café y se encuentra constituido por tejido adiposo pardo.
- Lipoma de células de huso. En este caso estamos ante un tipo de lipomas específico que se localiza preferentemente en el cuello, espalda y hombros de adultos jóvenes. Contienen una mezcla de células fibrosas y células adiposas que tienen unas características semejantes a las de los fibrolipomas.
- Lipoblastoma. Se trata de un lipoma formado por células embrionarias de tejido adiposo, que aparece por lo general en edades tempranas y que aparece con mayor frecuencia en las extremidades tanto superiores como inferiores.
- Angiolipoma. Este tipo de lipomas se caracterizan porque aparece un componente vascular que forma parte del propio lipoma en cuestión. Es habitual que estos puedan llegar a formarse durante la adolescencia, situándose con mayor asiduidad en las extremidades inferiores y en el tronco, y se caracteriza por aparecer dolor intermitente vinculado con la cantidad de vascularización que presente.
Estos son los diferentes tipos de lipomas que nos podemos encontrar, siendo importante, como sucede siempre en estos casos, determinar cuál es el que se padece. De esta manera se podrá conocer la manera en la que actuar para tratar sus síntomas y para proceder a su eliminación del cuerpo.
En lo que respecta al diagnóstico de los lipomas en la espalda, se inicia en la gran mayoría de los casos por una autoexploración por parte del propio paciente.
Cómo tratar un lipoma espalda
El tratamiento para un lipoma espalda es similar al que se llevaría a cabo si este se encuentra en otra localización dentro del cuerpo, y este pasa por una operación de extirpación de lipomas. De hecho, esta es la única solución de carácter terapéutico con la cual se puede asegurar que se elimina el mismo por completo.
Para ello el paciente tendrá que acudir a la consulta de su médico de atención primaria para que se pueda encargar de la consulta de cirugía menor o acudir al cirujano que vaya a llevar a cabo la extracción quirúrgica del lipoma.
Al tratarse de una intervención quirúrgica, es posible que el paciente tenga que someterse a diferentes pruebas exploratorias previas. No obstante, en el caso de que sean lesiones de un tamaño pequeño, no suelen ser necesarias.
El día de la intervención, el paciente acudirá al centro indicado y en el quirófano será intervenido. En el caso de un lipoma espalda, acostumbra a ser necesario adoptar una posición en decúbito prono con los brazos extendidos. A partir de ese momento, el cirujano comenzará con la intervención del paciente, al que será administrado anestesia local alrededor del lipoma para que sea un procedimiento lo más indoloro que sea posible.