Qué es y para qué sirve una infiltración lumbar

La ciática y el dolor lumbar son patologías que se dan con mucha frecuencia y, aunque en algunas ocasiones mejoran recurriendo a un tratamiento conservador, en otras muchas ocasiones es necesario recurrir a una infiltración lumbar para terminar de mejorar.

Índice

¿Qué es una infiltración lumbar?

Una infiltración lumbar es una inyección que incluye una sustancia terapéutica en un tejido o una región anatómica. En función del origen del dolor que lo ha provocado, hay diferentes tipos de infiltraciones que se pueden llevar a cabo.

¿Para qué sirve una infiltración lumbar?

A la hora de hablar de una infiltración lumbar hay que tener en cuenta que el diagnóstico de una columna lumbar es compleja, con diferentes estructuras anatómicas que son susceptibles de provocar dolor. En multitud de ocasiones, incluso llevando a cabo pruebas de imagen no se puede llegar a determinar la causa y el origen exacto del dolor.

Por este motivo, en diferentes ocasiones se opta por llevar a cabo una infiltración lumbar selectiva para poder proceder al bloqueo sucesivo de los diferentes puntos que pueden llegar a ocasionar dolor. De esta manera, se puede acabar encontrando el lugar en el que se origina ese dolor, y, por lo tanto, proceder a llevar a cabo el tratamiento oportuno.

En lo que respecta al tratamiento, hay que tener en cuenta que cuando se hace una infiltración lumbar introduciendo medicación se pueden mejorar lo síntomas; y en este caso la medicación que se utiliza en la mayor parte de las ocasiones es el corticoide. Estos reducen tanto el dolor como la inflamación.

Existen además otras sustancias que se pueden usar en las infiltraciones lumbares, como es el caso de los factores de crecimiento, el ozono, o la toxina botulínica, entre otros.

infiltración lumbar

Efectos secundarios de una infiltración lumbar

Entre los efectos secundarios que nos encontramos cuando nos sometemos a una infiltración lumbar tenemos que destacar los siguientes:

Sangrado

Cuando se introduce la aguja para realizar la infiltración se puede proceder a lesionar algún vaso sanguíneo. Por lo general, como mucho, se suelen producir pequeños hematomas, si bien hay que tener en cuenta que hay que abstenerse de realizar una infiltración lumbar en pacientes anticoagulados, ya que tienen un riesgo de sangrado superior.

Reacciones alérgicas

Las reacciones alérgicas a los corticoides son poco habituales. Cuando se utilizan factores de crecimiento o células madre, al ser sustancias obtenidas del propio paciente, no se pueden llegar a ocasionar estas reacciones.

Reacciones inflamatorias

A la hora de proceder a una infiltración lumbar en un lugar inadecuado, se pueden llegar a originar reacciones inflamatorias, además de tener un dolor leve en la zona en la que se haya introducido la aguja.

Efectos secundarios de los corticoides

Los corticoides se emplean en la gran mayoría de las infiltraciones. Estos pueden llegar a provocar hipertensión, pudiendo además producir un incremento de las glucemias y se debe tener un cuidado especial con pacientes diabéticos.

Además, hay que tener en cuenta que no se pueden utilizar de manera crónica, ya que en caso de abusar de las infiltraciones pueden llegar a ocasionarse desgaste en los tejidos.infiltración lumbar

Tipos de infiltraciones lumbares

Si hablamos de una infiltración lumbarnos podemos encontrar con que existen diferentes tipos de ellas, pudiendo encontrar las siguientes:

Infiltración de punto gatillo

Un punto gatillo es una contractura muscular crónica. Cuando se realiza una infiltración lumbar en un punto gatillo se busca provocar espasmos musculares para tratar de deshacerse de la contractura. Al pinchar en el músculo pero sin usar ninguna medicación se denomina punción seca.

La infiltración de puntos gatillo se realiza de manera habitual con corticoides o anestésico local. Además, también se puede recurrir al uso de toxina botulínica, la cual inhibe la contracción muscular. Son efectivas a corto plazo.

Infiltración epidural

La infiltración lumbar epidural consiste en introducir un corticoide en el canal medular, siendo la más utilizada en las unidades del dolor. Es especialmente útil en casos de estenosis de canal o hernia discal.

Si no se usan rayos X para realizar este tipo de infiltración lumbar existe el riesgo de que no se introduzca la aguja en el lugar que corresponde. Por ello se realiza habitualmente en quirófano a pesar de ser ambulatoria.

Infiltración epidural caudal

Esta infiltración lumbar se lleva a cabo procediendo a la introducción de la aguja en el espacio epidural a través de la parte final del sacro. Se usa cuando el acceso al mismo por la zona lumbar presenta dificultades. Como en el caso anterior, también se necesita hacer uso de un aparato de rayos X para así poder conocer el lugar en el que se debe introducir la aguja. De esta manera se evita que se puedan llegar a padecer problemas relacionados con ello.

Infiltración lumbar facetaria

Las articulaciones facetarias son las articulaciones posteriores de las vértebras. El dolor facetario es un dolor lumbar que empeora por las mañanas, pero a medida que calienta la musculatura el propio dolor va a menos.

Un bloqueo facetario se puede realizar procediendo a realizar una infiltración lumbar con anestésico y corticoide a la altura del nervio que produce sensibilidad en la articulación, o bien para proceder a su introducción en otras facetas.

Además del corticoide, últimamente se están introduciendo factores de crecimiento o células madre que persiguen el objetivo de retratar de provocar la regeneración del cartílago de la articulación, logrando excelentes resultados.

Infiltración lumbar sacroilíaca

La articulación sacroilíaca es la articulación que se encarga de unir la columna con la pelvis, siendo una articulación de carga que no tiene movimiento salvo en aquellos casos en los que tenga algún tipo de lesión.

En el caso de la articulación sacroilíaca, la infiltración lumbar también puede realizarse con un aparato de rayos X o bien de un ecógrafo. Se emplea este tipo de infiltración para confirmar que esta es la causa que origina el dolor; y de esta manera poder llegar a recurrir al uso de técnicas como la radiofrecuencia o la fusión sacroilíaca mínimamente invasiva.

La infiltración lumbar es una gran alternativa, siendo algo intermedio entre un tratamiento conservar y las intervenciones quirúrgicas.