La tracción cervical es una técnica antigua a través de un agente mecánico o a través de las manos del propio fisioterapeuta, se aplica una fuerza que consigue separar las superficies articulares y proceder al estiramiento de las partes blandas adyacentes a la columna cervical.
A la hora de aplicar técnicas de fisioterapia y rehabilitación, especialmente en patologías de columna, existe una amplia variedad de métodos de tratamiento que permiten la mejora de las condiciones de las estructuras de la columna afectadas, entre ellas la que se conoce como tracción cervical.
Índice
¿Qué efectos produce la tracción cervical?
La tracción cervical puede utilizarse para poder llevar a cabo la separación de las superficies articulares, lo que provoca una reducción de la compresión de las raíces nerviosas; y de esta manera se consigue aliviar el dolor asociado a la disfunción de la columna cervical.
Aunque los estudios apoyan que la tracción energética se encarga de reducir las protrusiones discales otros artículos indican que una tracción ligera no permite llegar a alcanzar este tipo de efecto.
Asimismo, hay que tener en cuenta que a través de esta técnica también produce una relajación de los músculos, especialmente de la musculatura paravertebral, que es producto del estiramiento muscular que la tracción genera, además de incrementar la movilidad articular, reduciendo el dolor del origen del mismo.
Indicaciones para la tracción cervical
Las indicaciones principales para poder llevar a cabo una tracción cervical es la cervicalgia, que viene provocada por una hernia de disco o una protusión discal que está generando en ese momento un pinzamiento en el nervio, una hipomovilidad del cuello, un espasmo muscular o una inflamación de las estructuras articulares. Esta puede ser de tipo manual o mecánica.
El profesional será quién tenga que valorar cada caso en particular y poder así determinar si en su caso en particular, y de acuerdo al problema sufrido, está indicada la tracción cervical .
Contraindicaciones de la tracción cervical
Al igual que hay indicaciones para la tracción cervical, hay que tener en cuenta que también hay algunas contraindicaciones en algunas situaciones, y en otras debe tenerse mucho cuidado y precaución a la hora de aplicarla para que no se generen consecuencias adversas.
Entre las contraindicaciones de la tracción cervical conviene tener en cuenta que puede provocar una inestabilidad en la columna vertebral, así como esguinces agudos, osteoporosis, fracturas de vértebras, compresión de la médula espinal, rotura del disco vertebral, procesos infecciosos, no está recomendado durante el embarazo, tumoraciones malignas y fragmentación del disco intervertebral.
Las lesiones como tumores, infecciones, y otros de los problemas mencionados hacen que sean causas en las que no está indicado el empleo de una tracción cervical. Estas son solo algunas de esas situaciones, si bien hay que tener en cuenta que aunque parezca que se trata de un mecanismo sencillo, es necesario un cierto control. Hay que valorar de manera adecuada la lesión que se va a tratar en el caso de que se quiera evitar cualquier tipo de accidente o problema al respecto.
Beneficios de la tracción cervical
Existen diferentes beneficios por los cuáles está recomendado someterse a una tracción cervical, entre los cuáles podemos destacar los siguientes:
- Reduce el tono muscular
- Reduce el dolor
- Aumenta la amplitud de movimiento
- Aumenta la flexibilidad
- Reducción de edemas
- Reducción de la hernia discal
- Alivio de la compresión de la raíz nerviosa.
Efectos fisiológicos de la tracción cervical
Entre los efectos fisiológicos de la tracción cervical hay que destacar que hay algunos como los siguientes:
- Descompresión: alivio de la presión de los nervios, descanso de la carga de la columna vertebral, vértebras separadas, reducción de la hernia discal.
- Movilización: tensión de la cápsula, articulaciones facetarias y discos intervertebrales; migración del núcleo pulposo; estiramiento de ligamentos y tendones.
- Respuesta antiinflamatoria: reducción de la inflamación; reducción del tono muscular.
- Mejora de la circulación: flujo venoso desde los tejidos; flujo sanguíneo a los tejidos.
La tracción cervical ayuda a aliviar el dolor del cuello por la reducción de la presión en los nervios. La hernia de disco también se ve reducida por el efecto de la tracción. Además, los músculos se estiran y permite que se relajen al tiempo que se elimina el estrés de los mismos.
¿Son eficaces las tracciones cervicales?
En diferentes estudios se ha demostrado la eficacia de una tracción cervical en un porcentaje importante de lesiones cervicales como la tortícolis, el dolor asociado a hernias cervicales y en las que hay una afectación de las raíces nerviosas. Sin embargo, otros tratamientos pueden llegar a ser igual de eficaces en este tipo de casos. Es una opción más de tratamiento que en determinados casos puede llegar a ser de gran utilidad.
La situación en la que más se recurre a una tracción cervical es en el caso de que haya una cervicobraquialgia, que es toda aquella lesión en la que se irrita las raíces nerviosas que van a los brazos, habitualmente por hernias discales.
En otras situaciones puede ser una ayuda al resto de tratamientos, aunque en pocas ocasiones es necesaria. Los cuellos con mucha artrosis pueden llegar a tolerar mal el tratamiento y se suele descargar en un principio en este tipo de situaciones.
¿Qué problemas tienen las tracciones cervicales?
La realidad es que si se elige de forma adecuada los pacientes y se hace una prueba de tolerancia en la consulta, los problemas que pueden surgir como consecuencia de una tracción cervical son mínimos. La tracción se lleva a cabo a través de una cincha que se apoya en la mandíbula, lo que puede dar origen a una serie de molestias en la articulación temporomandibular. Esta es una articulación que está delante de la oreja y que nos permite tanto abrir como cerrar la boca.
Cuando hay dolores muy acusados con mucha contractura muscular por el dolor, que puede llegar a ser contraproducente. La tracción requiere de la relajación del paciente; y si debido al dolor el paciente lucha contra la tracción cervical, esto puede acabar generando en una mayor cantidad de dolor. Por este motivo, se evita su uso en el caso de los dolores muy agudos.