Siempre es importante tener un amplio conocimiento acerca todo lo que respecta a nuestra anatomía, ya que puede ser de gran utilidad a la hora de poder detectar problemas que tengan lugar en nuestro cuerpo o bien tener conocimientos de posibles soluciones. En este caso nos vamos a centrar en explicar qué es el plexo lumbar, de forma que puedas conocer de qué se trata en profundidad.
Índice
Origen
El plexo lumbar se encuentra constituido por las anastomosis que se establecen en las ramas anteriores de los tres primeros nervios lumbares y una porción del cuatro. Hay distintas variaciones anatómicas , siendo las más frecuentes la anastomosis que tiene lugar entre la rama anterior de la primera raíz lumbar y el doceavo nervio intercostal y la unión del ramo inferior del cuarto par lumbar a la rama anterior del quinto par lumbar, lo que provoca que se forme el tronco lumbosacro.
Relaciones
El plexo lumbar está situado en el ángulo que forman los cuerpos vertebrales y las apófisis costiformes lumbares y contenido íntegramente en el interior del músculo psoas. En su parte más interior está dividido en dos planos, uno anterior integrado en los cuerpos vertebrales, y otros posterior que hace lo propio en las apófisis trasversas, quedando entre ellos un espacio muy estrecho que recibe el nombre de «compartimento pléxico del psoas», por el cual discurren los troncos nerviosos del plexo, así como la vena lumbar ascendente y las arterias lumbares.
En su recorrido por el compartimento muscular las diferentes ramas del plexo lumbar tienen una distribución muy particular, y es que en el centro se encuentra siempre el nervio femoral, entre el femorocutáneo lateral al mismo y el obturador en la parte más interna o medial.
Tanto el femorocutáneo como el femoral se encuentran siempre dentro del psoas. Sin embargo, en el caso del obturador nos encontramos con que en algunas personas puede estar más internamente al músculo. Entre los dos planos musculares del psoas, además del plexo lumbar, discurren también las arterias lumbares y la vena lumbar ascendente.
Distribución
A la hora de hablar de la distribución del plexo lumbar, nos podemos encontrar con la siguiente división:
- Ramas colaterales cortas: Entre ellas podemos encontrar los nervios intertransversos, el nervio del cuadrado lumbar y el nervio del psoas.
- Ramas colaterales largas: Entre ellas se encuentra el Nervio iliohipogástrico o abdominogenital mayor, el Nervio ilioinguinal o abdominogenital menor, el Nervio femorocutáneo, y el Nervio génito femoral.
- Ramas terminales: Las ramas terminales del plexo lumbar son el nervio femoral y el nervio obturador. Ambos son nervios mixtos, que son sensitivos y motores, con fibras vegetativas vasculares.
Lesiones en el plexo lumbar y sacro
Lo más aconsejable es considerar ambos plexos como una única estructura. Por su situación, el plexo lumbosacro está cercano a varios órganos pélvicos y abdominales, y la mayor parte de sus lesiones son secundarios a la afectación de estos.
Las lesiones en el plexo lumbar se manifiestan de forma clínica una debilidad para la flexión de cadera, la extensión de la rodilla y la aproximación del muslo, con un déficit sensitivo en cara anterior del muslo y medial de la pierna, siendo necesario en este sentido tener en cuenta que se debe diferencia de las lesiones de la neuropatía crural.
Las lesiones del plexo sacro, por su parte, tienen lugar con debilidad en la extensión y separación de la cadera, así como en la flexión de la rodilla y flexoextensión del pie con defecto sensitivo en el pie. En este caso es necesario diferenciar la lesión en el mismo con las lesiones en la parte externa del nervio ciático.
Por otro lado, hay que tener presente que los procedimientos quirúrgicos sobre los órganos abdominales y pélvicos son habitualmente una causa de lesión: simpatectomía lumbar, histerectomía. La apendicectomía, herniorafias y exploraciones pélvicas pueden llegar a ocasionar daños en las ramas de la parte superior del plexo, provocando dolor en su distribución. Los abscesos retroperitoneales secundarios a peritonitis posquirúrgicas son una causa también habitual de compresión del plexo, que viene acompañada de dolor local y sensación de debilidad en la pierna.
En la cirugía abdominal, así como en los pacientes anticoagulados, el hematoma retroperitoneal tiene que ser considerado como un diagnóstico que es causas de debilidad, así como dolor en la pierna y otros síntomas sensitivos.
Los tumores pélvicos pueden infiltrarlo o comprimirlo, y la radioterapia para su tratamiento puede inducir a largo plazo plexopatía postradioterapia, que tiene como principal síntoma precisamente la debilidad, con dificultades para poder distinguir entre el daño secundario a radioterapia por la infiltración tumoral.
Si hablamos de la plexitis lumbosacra idiopática es mucho menos habitual que la que afecta al plexo braquial y se presume una etiología autoinmune.
A todo lo anterior hay que sumar que en los pacientes que sufren de diabetes se descbrie una condición con entidad propia denominada amiotrofía diabética. Tiene un dolor intenso, debilidad y atrofia del muslo habitualmente unilateral o bilateral asimétrica, en contexto de síndrome general, sobre todo en la pérdida de peso.
Las lesiones del plexo lumbosacro
La lesión del plexo lumbosacro puede producirse en relación con diferentes enfermedades como la diabetes, el cáncer o trastornos hemorrágicos, o bien que esté vinculado a algún tipo de lesión. En ocasiones sucede como un fenómeno aislado semejante a la plexopatía braquial idiopática. en lo que respecta al dolor y la debilidad, acostumbran a ser notorios que los síntomas sensitivos. La distribución de los signos y síntomas depende tanto del nivel como del patrón del daño neurológico.
De esta manera, ya sabes lo que necesitas conocer como aspectos básicos relacionados con el plexo lumbar, de forma que puedes conocer cómo se compone y qué es, así como las diferentes lesiones que pueden llegar a sufrirse en esta zona del cuerpo. El tratamiento de estos problemas será uno u otro en función de cada caso en particular , que tendrá que ser debidamente analizado por parte del profesional, que se encargará de buscar la mejor solución posible para el bienestar del paciente, eliminando sus molestias y dolor.