A medida que pasa el tiempo, no solo envejecemos en nuestra apariencia, con la llegada de las canas o las arrugas que inundan nuestro rostro, sino que nuestro cuerpo comienza a ver cómo le pasa factura, con vértebras y discos que se separan, los deyeezy shoes under 1000 best human hair wigs for black females custom nfl football jerseys oregon football jerseys brock bowers jersey custom triathlon jersey air jordan 1 element wigs for sale custom maple leafs jersey kansas state football jerseys best human hair wigs for black females adidas yeezy sale philadelphia eagles jersey custom basketball uniforms custom stitched nfl jersey nominados discos intervertebrales. El deterioro de estos últimos puede llegar a provocar diferentes problemas y dolores en la espalda, por lo que vamos a hablar de cuales son los problemas que pueden causar los discos intervertebrales, de forma que tengas toda la información que necesitas al respecto.
Antes de nada, debes saber que los discos intervertebrales son unas «almohadillas» que separan las vértebras unas de otras, y su función no es otra que la de amortiguar los impactos y evitar que, con cada giro o movimiento que hagamos, se vaya dañando y desgastando el hueso. Sin embargo, a medida que cumplimos años o por esfuerzos excesivos, así como por posturas forzadas e inadecuadas, los discos intervertebrales se deterioran.
Índice
Cómo se dañan los discos intervertebrales
Los discos intervertebrales se dañan a medida que pasa el tiempo, ya que pierden parte de su contenido de agua, y pueden ir adelgazándose hasta el punto en el que se acabe alterando tanto su forma como su resistencia. En estas condiciones, esto hace que cada vez amortigüen menos el roce de las vértebras en cada uno de los movimientos.
Los discos pierden parte de su contenido en agua, se adelgazan y cambian de forma, además de que también cambia la estructura de colágeno del anillo fibroso o porción externa del disco intervertebral. En este caso acostumbra a aparecer dolor de espalda, que en algunos momentos, puede llegar a ser muy intenso, principalmente al levantar objetos, al inclinar el tronco o al girarlo, para luego ir reduciéndose.
También es frecuente que el dolor de espalda se incremente al sentarse, ya que es en esta posición donde los discos intervertebrales de la zona lumbosacra soportan una carga de hasta tres veces mayor a la que tienen de pie. El alivio se consigue al acostarse de forma semi inclinada y con las piernas apoyadas, o bien situando una almohada bajo las rodillas para así conseguir que la presión se alivie.
Dolor de espalda por adelgazamiento de discos intervertebrales
Cada disco intervertebral cuenta con una altura determinada que va desde los 3 a los 9 mm aproximadamente en función de la zona en la que se encuentre. Tan importante como la altura del disco intervertebral es que ésta sea proporcional en todas las zonas del disco para mantener la estabilidad de la columna y evitar lesiones.
En la juventud, el disco intervertebral tiene un aspecto húmedo y esponjoso, pero con la edad va perdiendo su turgencia, se deshidrata y adelgaza, se queda rígido y es incapaz de absorber los impactos y golpes, acelerando así el desgaste natural del hueso vertebral. Por este motivo, resulta fundamental el desarrollo de la musculatura de la espalda con el fin de que ejerza de mecanismo de sostén.
¿Qué es una protrusión discal?
La protrusión discal ocurre cuando el anillo fibroso se deforma por la presión del núcleo pulposo del interior, pero sin que llegue a romperse. La protrusión discal no suele requerir cirugía, lo habitual es que con unas sesiones de fisioterapia y medicación a base de analgésicos y antiinflamatoria el cuadro mejore y el dolor desaparezca.
¿Qué es una hernia discal y cuándo aparece?
La hernia discal se da cuando el núcleo pulposo sale a través de la capa más externa del disco si este se rompe. Cuando se nota un dolor lumbar o en una pierna, o ambos, debilidad u hormigueos, será necesario acudir al médico para descartar que puedas tener una hernia discal, siendo probable que en ese tipo de casos tengas que someterte a una resonancia magnética.
Cuando aparece una hernia discal, no siempre es necesario recurrir a la cirugía. No obstante, no siempre está indicada, ya que en ocasiones se puede evitar el quirófano a través de unas buenas pautas de rehabilitación, analgesia y reeducación postural.
Si esto no soluciona el problema, es posible recurrir a distintos tratamientos para solucionar dolores sin intervención, como las infiltraciones epidurales. Si nada funciona, no quedará más remedio que someterse a una intervención quirúrgica.
¿Se puede romper una vértebra?
Una vértebra se puede romper, en lo que se conoce como una fractura vertebral por osteoporosis, y es habitual que se trate con cirugía y reposo en cama, además de tener que tomar medicación para poder mitigar las molestias.
Las fracturas vertebrales suelen provocar un intenso dolor, que aparece de una forma súbita y que, por lo general, no cede e incluso aumenta a medida que pasa el tiempo y se realizan movimientos.
Los problemas más frecuentes en los discos intervertebrales
Los discos intervertebrales, estructuras ubicadas entre las vértebras de la columna vertebral, pueden enfrentar diversos problemas que afectan la salud del sistema musculoesquelético. Una de las afecciones comunes es la hernia de disco, donde el núcleo pulposo, la parte interna del disco, se protruye y comprime los nervios adyacentes, causando dolor, entumecimiento y debilidad en la espalda o extremidades. La degeneración discal es otro problema frecuente, relacionado con el envejecimiento y el desgaste gradual del disco, lo que puede provocar dolor crónico.
Las hernias de disco y la degeneración discal se ven agravadas por factores como la mala postura, el levantamiento de objetos pesados, el sedentarismo y el envejecimiento. Las lesiones en la espalda, la obesidad y el tabaquismo también pueden contribuir a estos problemas. Además, las hernias de disco pueden generar complicaciones como la estenosis espinal, donde el canal espinal se estrecha, comprimiendo la médula espinal y los nervios.
El tratamiento suele incluir terapias conservadoras como fisioterapia, medicamentos y cambios en el estilo de vida. En casos graves, puede requerirse cirugía para aliviar la presión sobre los nervios. La prevención mediante el mantenimiento de una buena postura, la actividad física regular y hábitos saludables pueden ayudar a conseguir una reducción de llegar a padecer problemas en los discos intervertebrales.