Las posturas que te ayudan a cuidar tu espalda

Seguramente eres la primera persona en reconocer que en muchas ocasiones no adaptas unas posturas apropiadas, ya sea a la hora de sentarte en frente del ordenador para trabajar, en la cama al dormir o al relajarte en el sofá, pero debes saber que la única forma de hacerlo es que des un paso al frente para poder cambiarlo y hacer que se convierta en un hábito para ti eel adoptar posturas que te ayuden a cuidar tu espalda.

Uno de los grandes culpables del dolor de espalda es, sin lugar a dudas, la adopción de malas posturas. Muchas horas de pie o con ella sentada incorrectamente en el trabajo, además de otras muchas actividades cotidianas, acabarán pasándote factura y necesitas saber la mejor manera de corregir este problema.

Índice

Cómo te afectan las malas posturas

El desequilibrio corporal lleva a usar el cuerpo de una forma incorrecta y a provocar lesiones, ya que todos los músculos se encuentran conectados entre ellos, y en el momento en el que uno se desestabiliza, contractura o tensa, hace que el resto de los tendones, músculos y fascias que forman parte de la cadena a la que pertenece el músculo, se recoloquen mediante tensiones y desequilibrios para poder hacer frente al dolor, con lo que ello supone.

El sufrimiento de las cervicales

Las personas que realizan tareas que sobrecargan demasiado la zona, como el caso de recepcionistas que atienden al teléfono o quienes trabajan durante horas al frente de la pantalla del ordenador, o bien personas que planchan en casa durante mucho tiempo o cosiendo, pueden provocar que las cervicales sufran mucho.

La columna vertebral consta de siete vértebras que forman un suave arco que ayuda a mantener el equilibrio en la cabeza, pero si se pierde ese equilibrio puede llegar a aparecer dolor en el cuello. Este puede llegar acompañado de vértigo, mareos, contracturas, falta de movilidad, cefaleas, e incluso hay ocasiones en las que las molestias se irradian hasta los brazos y producen hormigueo en las manos.

Por lo tanto, si desempeñas un trabajo manual muy repetitivo, como teclear en el ordenador, manipular alimentos, encontrarte en una cadena de montaje, o coser, entre otros, debes saber que es muy importante que adoptes una postura adecuada para así reducir el riesgo de que se pueda llegar a producir una contractura. Además, se recomienda hacer un descanso cada 30 minutos para desentumecer cuello y hombros.

Los problemas en la zona lumbar

La zona lumbar es una delas partes más vulnerables de nuestro cuerpo, y es que la parte baja de la espalda está constantemente sometida a malas posturas y esfuerzos, lo que si se suma a una baja forma física, como vida sedentaria y falta de ejercicio que debilitan la musculatura lumbar, no es de extrañar que nos encontremos con que muchos médicos aseguren de que el 80% de las personas sufrirán lumbalgia en algún momento de su vida.

Si este es tu caso y te afecta, debes saber que es fundamental que fortalezcas los abdominales con ejercicio específicos para ello, y ten cuidado a la hora de hacer los abdominales, ya que si los haces mal pueden llegar a perjudicar a tu columna.

Sobrecarga de la parte central de la columna

La zona dorsal es a menudo una de las grandes olvidadas cuando nos referimos al dolor que sufrimos en la espalda, pero hay que ser consciente de que se sobrecarga con mucha facilidad, y que al encontrarse unida con las costillas tiene poca movilidad, por lo que hay que tener mucho cuidado.

Si tienes debilidad en esta zona del cuerpo es fundamental que evites posturas que sobrecarguen la zona. Para ello, no debes estirar los brazos al máximo para alcanzar objetos en la mesa o que cuando levantes un objeto de peso, no lo hagas por encima de tu pecho.

Cuida tu postura a diario

Lo más importante es que tengas conciencia de cómo se encuentra tu cuerpo cuando adoptas determinadas posturas. Debes darte cuenta de que será el punto de inicio para poder corregir el problema y que el cuerpo funcione de una forma armónica.

En este sentido debes tener en cuenta la forma en la que te sitúas cuando estás esperando el bus, cuando te encuentras trabajando en la oficina, cuando planchas, etcétera. Ten conciencia de la forma en la que te sueles colocar cuando estás haciendo acciones cotidianas y de tu día a día.

Asimismo, debes identificar tus errores, debiendo ser consciente de que esos vicios posturales, en los que es posible que nunca te hayas parado a pensar, te pueden llegar a afectar mucho, por lo que tendrás que rectificar y adoptar posturas más respetuosas con la columna.

Si sigues las recomendaciones durante un tiempo podrás ver cómo tu cuerpo irá recolocándose de manera natural, aliviando los problemas y conseguirás adoptar posturas que te ayuden a cuidar tu espalda.

Corrige tu postura de espera

Cuando te encuentras en la cola de una tienda esperando para hacer tu compra, cuando estás en la cola del cine para coger tu entrada o cuando te encuentras en la parada del autobús o al estar de pie hablando con alguien, estarás parada de pie y es posible que tiendas a encogerte. En este sentido, un mal hábito puede provocarte dolor de espalda y habrá que rectificarlo para evitar las molestias.

Si quieres comprobar si adoptas una posición inadecuada, te recomendamos que te pongas delante de un espejo para observarte de pie, de forma que podrás saber si encorvas la espalda, si flexionas el cuello, o si relajas los hombros hacia delante. Estas posturas son poco favorecedoras para la salud y pueden provocar una tensión cervical.

La mejor manera de poder adoptar una buena posición de espera pasa por sentir la cabeza sobre los hombros y dirigir la mirada al frente, no al suelo. La línea que marcan cabeza y hombros baja perpendicularmente a través de la cadera, la pelvis y las rodillas.

Para ello, debes tratar de enderezarte, para lo cual puedes apretar un poco el abdomen y llevar ligeramente el pecho hacia arriba para que te resulte más sencillo. Es importante que apoyes bien los pies en el suelo, repartas bien el peso entre ambas piernas y notes como la tripa está más plana.