Fractura de apófisis transversa

La fractura de apófisis transversa es un tema importante a tener en cuenta y conocer para poder saber cómo hacer frente a este tipo de problema y encontrar las mejores soluciones para poder mejorar la calidad de vida y acabar con los daños y molestias que puedan aparecer como consecuencia del mismo.

Para empezar hay que tener en cuenta que los huesos que forman la columna vertebral reciben el nombre de vértebras, y cada una de ellas cuenta con dos protuberancias con forma de ala, que reciben, a su vez, el nombre de apófisis transversas, las cuales se extienden hacia ambos costados.

Estas protuberancias son las encargadas de proporcionar el área para que puedan conectarse los músculos y los ligamentos con la finalidad de proporcionar movimiento y flexibilidad a la espalda.

Por este motivo, cuando hablamos de fractura de apófisis transversa nos referimos a un tipo de lesión que puede suceder en cualquier lugar de la columna vertebral, si bien hay que tener presente que se dan con mayor frecuencia en las vértebras de la espalda que en las del cuello. De igual modo, cuando nos referimos a fractura de apófisis transversa, hablamos de una fractura o fisura que tiene lugar sobre una o varias de estas protuberancias de las cuales estamos hablando.

Índice

Causas de la fractura de apófisis transversa

Las causas de una fractura de apófisis transversa pueden ser varias y se producen como consecuencia de un traumatismo grave en la espalda. De esta manera, nos podemos encontrar con que estas se dan en aquellos casos ed que se produzcan:

  • Caídas
  • Torceduras o flexiones graves y que se producen de manera repentina
  • Choques automovilísticos, de peatones o motocicletas
  • Golpes graves en la espalda y la columna vertebral
  • Consecuencia de un acto de violencia, como cuando tiene lugar por el impacto de una bala.

Factores de riesgo

Asimismo existen diferentes factores de riesgo que pueden incrementar el riesgo de padecer una fractura de apófisis transversa como son el tener una edad avanzada, padecer osteoporosis, la reducción de la masa muscular o el padecimiento de ciertas enfermedades o condiciones que hacen que se debiliten los huesos, como es el caso de los quistes o los tumores.

De igual manera existen diferentes accidentes o actividades que habitualmente se relacionan con este tipo de lesión, y que incluyen, entre otros, las siguientes situaciones:

  • Caídas desde cierta altura, como una bicicleta, un caballo, una escalera…
  • Accidentes automovilísticos o de motocicleta, sobre todo en aquellas ocasiones en las que no se hace uso o es un uso indebido del cinturón de seguridad.
  • Torceduras o flexiones graves y repentinas.
  • La practica de determinados deportes en los cuales se realizan movimientos de torsión y giro repentino, o en aquellos en lo que hay un contacto extremo, sobre todo si se llevan a cabo sin un equipo de protección apropiado para ello.
  • Actos de violencia, como en el caso de las heridas de bala
  • Golpes graves en la espalda y la columna vertebral.

Síntomas de la existencia de una fractura de apófisis transversa

Al hablar de una fractura de apófisis transversa nos podemos encontrar con una serie de síntomas que pueden darse en aquellas personas que la sufren, siendo algunos de ellos los siguientes:

  • Padecimiento de dolor intenso que puede empeorar cuando se realiza un movimiento
  • Pérdida de la función de la vejiga o los intestinos
  • Sensación de adormecimiento, hormigueo o debilidad en los músculos.
  • Dolor con la palpación, hinchazón y posibles moretones en el área en el cual se encuentra la lesión.
  • Reducción de la amplitud de los movimientos alrededor del área afectada de la columna vertebral.

Diagnosis y tratamiento de una fractura de apófisis transversa

A la hora de enfrentarse a una lesión por una fractura de apófisis transversa hay que tener en cuenta que en primer lugar deberá proceder a su diagnosis, la cual determinará la forma de tratar el problema.

En esta fase de diagnosis el médico se encargará de preguntar a la persona afectada por los síntomas, además de observar su historia clínica, además de preguntarle sobre cualquier tipo de accidente o actividad que se pueda encontrar relacionada con el origen del dolor. De igual modo, se encargará de efectuar un examen del área lesionada y llevará a cabo un examen neurológico completo para poder detectar la existencia de daños en los nervios.

Por otro lado, para poder llegar a determinar el alcance de la lesión, podría solicitar la realización de estudios de diagnóstico por imagen. A través de ello se pueden detectar signos de daño en los huesos y los efectos que la lesión pueda tener en la médula espinal. Las pruebas pueden consistir en radiografías, RMN o tomografía computarizada.

Tratamiento

Es importante saber que es necesario obtener asistencia inmediata en aquellos casos en los que se sospeche que puede haber lesión de la médula espinal. Un tratamiento adecuado puede resultar clave para prevenir posibles complicaciones futuras, y en cualquier caso, el tratamiento depende de la gravedad de la fractura.

Soporte para los huesos

Algunas fracturas llegan a provocar que las piezas de los huesos sufran una separación y el médico deberá ser el encargado de colocarlas de nuevo en el lugar que les corresponde.

Para hacerlo puede recurrir a hacerlo sin cirugía, en aquellos casos en los que sea posible recurrir a un corsé ortopédico para mantener la columna vertebral alineada mientras se consolida, solo apto para lesiones leves; o bien hacerlo con cirugía, caso en el que habrá que recurrir a la utilización de tornillos, barras, alambras o tornillos intracorporales que permitan de nuevo la unión de las piezas de los huesos y hacer que se mantengan en su lugar. También es posible que haya que efectuar una cirugía para la reparación de vértebras, aliviar la presión en la médula espinal o los nervios o para la extirpación de aquellos discos vertebrales que hayan podido resultar dañados.

Reposo y recuperación

La consolidación de una fractura de apófisis transversa puede llegar a tardar hasta 6 semanas. El tiempo varía en función tanto de la edad como la salud general del paciente. De esta manera, en el caso de los niños y las personas que disfrutan de un mejor estado de salud general, la recuperación es más rápida.

En todo caso será necesario regular las actividades durante este periodo de tiempo en el que la columna vertebral se consolida, pero no suele ser necesario recurrir a un reposo total. De hecho, este último es contraproducente y puede hacer que se dilate la recuperación.

A medida que se realiza la recuperación, es posible que el paciente llegue a ser derivado a fisioterapia o rehabilitación para que comience a llevar a cabo ejercicios que consistan en el fortalecimiento y amplitud de los movimientos. Además, hay que tener en cuenta que no se deben retomar actividades o deportes hasta que se disponga de una autorización del médico.

De esta manera, hay que saber que aunque una fractura de apófisis transversa puede llegar a ser muy dolorosa, poniéndose lo antes posible en las manos de un profesional, podrá tratarse de la manera adecuada para poder iniciar el periodo de recuperación con el menor tiempo de espera posible. Así, será posible evitar las molestias y conseguir una recuperación más eficaz.