La columna vertebral se puede dividir principalmente en tres partes: cervical, dorsal y lumbar. Los dolores en la zona lumbar son cada vez más frecuentes debido al sedentarismo y el ritmo de vida actual que llevamos, a una sobrecarga o una mala postura. Sin embargo, no por que sean habituales hay que dejarlos de lado y aguantar el dolor, por lo que siempre es importante recibir un diagnóstico especializado y profesional para obtener un tratamiento acorde a una patología que sufre a través de lo que se conoce como una resonancia lumbar.
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¿Qué se ve en una resonancia magnética lumbar?
La resonancia magnética se basa en los efectos que se producen sobre los átomos de hidrógeno en un campo magnético muy potente y las ondas de radiofrecuencia, para así obtener imágenes detalladas de los órganos y las estructuras del cuerpo. Una de las características más importantes a favor del paciente de la prueba es que no tiene lugar con radiación ionizante, siendo este un punto muy a tener en cuenta al respecto.
La resonancia lumbar se trata de un procedimiento no invasivo que se utiliza cuando la radiografía no permite llegar a dar con la causa de un dolor en la parte inferior de la espalda, dolor en las piernas, debilidad, adormecimiento o cosquilleo, problemas con el control del intestino o la vejiga
Sus usos más frecuentes o problemas que son detectados gracias a la resonancia lumbar son los siguientes:
- Se lleva a cabo la evaluación de lesiones en huesos, discos intervertebrales, ligamentos y sistema nervioso como la médula espinal, la cola de caballo y la salida de los nervios raquídeos, diagnosticando lesiones que son tan habituales como la hernia discal o la estenosis de canal, que en este caso se da con mayor asiduidad en las personas mayores.
- Permite llevar a cabo el estudio de la anatomía de la columna vertebral y su alineación para la valoración de la posible existencia de patologías como son, por ejemplo, la escoliosis.
- Pueden ayudar a diagnosticar tumores, anomalías estructurales o de desarrollo, tumores, hinchazón, infecciones o afecciones inflamatorias de las vértebras o los tejidos que las rodean.
Para detectar de manera precoz las patologías que puedan aparecer en la columna vertebral es fundamental que todo el proceso se realice de manera rápida.
Un claro ejemplo del uso de la resonancia lumbar tiene que ver con el diagnóstico de una hernia discal. Es una enfermedad en la que parte del disco intervertebral se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce un intenso dolor. Esta prueba diagnóstica permite ver si todas las estructuras anatómicas de la columna lumbar están en su sitio o hay algún tipo de alteración que puede ser la causa que provoque el dolor.
Las imágenes obtenidas con esta prueba permiten saber al especialista donde se encuentra el origen del dolor que irradia a lo largo del trayecto el nervio ciático en aquellos casos en los que se busca esta prueba si se padece ciática, de manera que pueda conseguirse un diagnóstico más apropiado.
Cómo se realiza la resonancia lumbar
Una vez que ya hemos explicado qué es la resonancia lumbar, hay que tener presente cómo se lleva a cabo. En este sentido es importante tener en cuenta los pasos a seguir, que comienzan por el paciente que se tumba en una camilla móvil mientras el técnico sitúa al paciente en una posición correcta. El paciente debe permanecer inmóvil durante el tiempo en el que se lleva a cabo el estudio.
A medida que se lleva a cabo el examen se escuchan sonidos que provienen de la máquina, pero con los que no hay que alarmarse, ya que es algo completamente normal. Además, durante el proceso se puede realizar una indicación al técnico para que detenga el estudio de inmediato en el caso de que se sufra de algún tipo de incomodidad.
¿Cuándo se usa la resonancia lumbar?
El dolor lumbar es una de las causas más comunes en el terreno de las consultas del área de traumatología; y antes de que se comience con un tratamiento es habitual que el especialista tenga que recabar diferentes pruebas de diagnóstico que le ayuden a contar con la información oportuna para poder emitir un diagnóstico y su posterior tratamiento.
Por este motivo hay muchas ocasiones en las que se recurre a una resonancia lumbar. Existen muchos síntomas que pueden hacer que un paciente se someta a una resonancia magnética de este tipo, como sucede, por ejemplo en aquellos casos en los que se sufre de un pinzamiento en el nervio ciático de manera prolongada en el tiempo; o bien si existe algún tipo de dolor o dificultad a la hora de mover la zona lumbar.
Asimismo es habitual que se emplee como una prueba de control, tanto en preoperatorios como en posoperatorios de intervenciones de columna vertebral. También es una prueba que se utiliza con frecuencia en aquellos casos de pacientes que sufren esclerosis múltiples. La razón es que permite obtener unan información detallada de la médula espinal.
La prueba
A la hora de hablar y conocer en profundidad la resonancia lumbar hay que tener en cuenta que esta tiene una duración de entre 20 y 40 minutos en la máquina cerrada y de entre 15 y 30 minutos en el caso de que esté abierta.
A la hora de afrontar este tipo de pruebas puede variar la necesidad de acudir en ayunas o no para realizar esta prueba. No obstante, lo habitual es que sí que se pida que acuda en ayunas por si se necesita administrar por vía intravenosa un contraste, siendo este último requerido para poder descartar diferentes patologías que puedan afectar al paciente.
La resonancia lumbar es una prueba que se necesita para poder descartar diferentes patologías y por tanto los especialistas acuden a ella en numerosas ocasiones para poder tener un diagnóstico fiable y poder conocer por completo el estado del paciente antes de iniciar un tratamiento que le permita decir adiós a sus diferentes dolencias y problemas que pueda llegar a padecer.