Son muchas las personas que no saben qué es una hernia discal L5 S1 o cómo tratarla, una razón por la cual te vamos a explicar todo lo que debes saber al respecto para poder atajar este problema y hacer que el paciente pueda llegar a evitar los dolores.
Las hernias discales vienen provocadas por las vértebras que soportan más peso y el movimiento mecánico. Por este motivo la última vértebra lumbar (L5) es la que más sufre este problema. Se produce principalmente en aquellos casos en los que las vértebras superiores a L5 comienzan a estar rígidas a causa de las tensiones posturales y mecánicas del día a día.
Muchos pacientes relacionan su dolor lumbar al diagnóstico de una hernia discal L5 S1 y a ella le atribuyen sus dolencias. Sin embargo, no siempre es así, ya que muchos pacientes que tienen una hernia discal L5 S1 no presentan ningún tipo de síntoma al respecto. EL problema y el dolor desaparecen en aquellos momentos en los que la persona afectada presiona las estructuras de su alrededor.
Para poder comprender en mayor medida esta patología, es importante tener información acerca de los síntomas que produce y las formas de tratamiento.
La columna vertebral forma el eje del cuerpo y según sus características se divide en siete vértebras cervicales, doce torácicas, cinco lumbares, sacro (que son cinco vértebras fusionadas) y coxis. Todas las vértebras cuentan con dos partes diferenciadas, que son el cuerpo y el arco vertebral, unidas entre ellas a través de pédiculos vertebrales; y dentro del arco vertebral se encuentra el foramen vertebral.
Con la edad, el disco vertebral pierde agua y se degenera, haciendo que se reduzca el espacio intervertebral. El anillo fibroso se rompe y el núcleo pulposo comienza a llegar al anillo. Finalmente, la flexión de la columna genera una gran presión en la parte anterior de la vértebra, que el núcleo pulposo se desplaza hacia atrás y genera una protusión y por lo tanto, diferentes formas de tratamiento
Índice
Fases de herniación y síntomas
La hernia discal L5 S1 es el resultado de una carga o de un proceso degenerativo en el cual se pueden diferenciar las siguientes fases:
Protusión
La protusión es el material del núcleo que comienza a romper las fibras que se encuentran más próximas al anillo pero que sigue estando contenido por las fibras que forman parte de las zonas más externas del disco.
En este caso no se acostumbra a sentir dolor, ya que es una zona muy poco inervada. En el caso de que se sienta dolor en la espalda, el problema se encontrara determinado por las articulaciones posteriores de la vértebra.
Prolapso
En esta fase se rompen las últimas fibras y comienzan a presionar sobre el ligamento vertebral. Como se comienza a degenerar el ligamento posterior puede llegar a salir el gas que se encuentra debidamente contenido en la articulación; y esto favorece los procesos inflamatorios en las articulaciones posteriores, haciendo que se llegue a original dolor en la espalda.
En los casos en los que el prolapso llegue a apretar la raíz de los nervios provocará que se dé dolor irradiado en la pierna con posible falta de fuerza, lo que se conoce como ciática.
Extrusión
El material nuclear se encarga de romper el ligamento común vertebral posterior y sobresale por arriba o por debajo del espacio discal, pero sigue en contacto con el disco. El núcleo puede llegar a sobresalir de diferentes formas.
Una de ellas es la postero-lateral, que es la más habitual, caso en el que se suele comprimir la raíz nerviosa tanto de la rama posterior como de la anterior. Se puede tener dolor lumbar y un dolor irradiado a la pierna, con posible alteración de la fuerza y la sensibilidad.
Otra forma es la postero-medial, que sale en dirección hacia la medula y luego va por las raíces, produciendo dolor lumbar, falta de sensibilidad en la zona del suelo pélvico e incontinencia urinaria y de esfínteres. Es grave y se denomina signo de la cola de caballo, requiriendo visita médica de urgencia.
La tercera forma es la anterior, cuando sale hacia la parte anterior atravesando el ligamento longitudinal anterior. Se da con poca frecuencia, dado que es un ligamento muy fuerte. Además, no suele producir ningún síntoma.
Secuestro libre
Es muy poco habitual, contando con un núcleo extruido que se separa del disco y que se alejande al zona de prolapso. En este caso al desplazarse puede llegar a afectar a otras raíces alejadas, pero en muchas ocasiones deja de comprimir estructuras nerviosas y no provoca nada de dolor. Existen algunos casos donde la cantidad de núcleo salido es muy grande y comprime, haciendo que se produzca el signo de la cola de caballo.
Conclusiones y tratamiento de la hernia discal L5 S1
Si se padece de dolor lumbar y un diagnóstico de protusión en L5 S1 se tienen que tener en cuenta que eso no es lo que produce el dolor lumbar. Se debe conocer que la protusión para que no degenere, pero el tratamiento deberá estar enfocado a la movilización de las articulaciones posteriores, que son las que llegan a provocar dolor.
Si se tiene dolor irradiado en la pierna lo más probable es que el problema sea en la compresión de la raíz. En este caso el tratamiento tiene que estar enfocado a la apertura del espacio intervertebral. Además, como la hernia discal L5 S1 se produce en zonas de la columna donde se soporta más carga y realiza más movimiento, se debe movilizar también otros segmentos vertebrales; y de esta manera se consigue aliviar el segmento hierpmóvil.
La última vértebra lumbar (L5) es la que soporta la mayor cantidad de carga, y además es un punto de transición entre lumbar y el sacro. Es por ello que suele lesionarse primero y las hernias L5-S1 son las más comunes. Las lesiones y compresiones que soporta la L5 van unidas y muchas veces son consecuencia de la poca movilidad de vértebras superiores, pelvis y sistema visceral.