Dolores de espalda por la noche: causas y soluciones

Los dolores de espalda al dormir son una de las molestias más habituales y probablemente uno de los motivos por los que las personas acuden a consulta médica. Las causas pueden ser diversas y es necesario conocerlas para poder dar con una solución que pueda aliviarnos o eliminar el dolor.

Causas y soluciones al dolor de espalda por la noche

Como hemos dicho, los dolores de espalda pueden tener varias causas. En esta sección te mencionaremos cuales suelen las más frecuentes, con la finalidad de que puedas identificar cuál es la tuya y poder ponerle remedio.

Mala postura al dormir

Probablemente lo pases por alto y no le des importancia a la postura con la que sueles dormir, pero, si te duele la espalda, la postura con la que duermes suele ser la principal causa del dolor de espalda.

¿La razón? Es importante saber que nuestro cuerpo se conforma, entre otros tejidos, de músculos y articulaciones cuya función, aparte de los movimientos, es recibir el reposo del peso del cuerpo al dormir.

En este orden, cuando adoptamos ciertas posturas podemos ejercer un nivel de presión en ciertos músculos y articulaciones que podrían terminar por inflamarse y en su defecto, generar dolor.

Entonces, la mejor postura para dormir es la de boca arriba puesto que en esta posición, la columna vertebral y los músculos de la espalda descansan en una situación natural. Además, para mejorar el descanso se recomienda colocar una almohada no muy elevada en el cuello y otra en la región posterior de la rodilla con la finalidad de disminuir el arqueamiento de la espalda.

Otra postura que se recomienda es dormir de lado para ofrecer descanso a la columna vertebral, para ello es necesario tener una almohada algo más gruesa que pueda alinear la cervical del resto de la columna, y otra entre las piernas para mejorar la posición de la pelvis, ya que de lo contrario generarías presión en los nervios y podría generar una lumbalgia y una circulación sanguínea no adecuada.

La postura menos recomendable es, sin duda, dormir boca abajo. Al mantener esta postura tanto tiempo te obligas a colocar la cabeza de lado y por ende la cervical queda en una posición antinatural que genera presión en los nervios, arterias, venas y músculos lo que puede suponer el dolor de espalda y dolor cervical.

La postura fetal también debería evitarse. Si duermes en esta posición, mantendrás tu columna muy arqueada y por ende terminarás con dolor de espalda.

Tener un buen colchón

Tener un buen colchón es fundamental para tener un buen descanso y minimizar la posibilidad de que surjan dolores de espalda. Por lo que se debe considerar invertir en uno de calidad ya que si no puede generar consigo un mal descanso y dolores de espalda por no facilitar el reposo uniforme de todos los músculos ni amoldarse bien el peso corporal.

En este sentido, se debe evitar colchones cuya firmeza sea pobre debido a que la columna vertebral no quedará alineada y, como ya hemos mencionado, es desencadenante del dolor de espalda.

Existen infinidad de opciones en el sector. Una opción muy competitiva es Hypnia colchones, con una amplia gama de colchones viscoelásticos que se adaptan a todos los bolsillos y necesidades al dormir.

La cama también debe ser firme, ya que algunas por el paso del tiempo pierden su fuerza y se hunden en el medio, lo que genera que la cama quede en una posición de U y por supuesto, nosotros adoptaremos la misma posición al dormir.

Tipos de dolores de espalda baja al dormir

  • Lumbalgias: son afectaciones de los músculos de la región lumbar que pueden ser a causadas por malas posiciones para levantar objetos, dormir o excesiva fuerza.

 

  • Ciatalgias: es una inflamación del nervio ciático que se caracteriza por un dolor que va desde la región de la pelvis o espalda baja hasta el pie afectado. Suele ocurrir por pasar muchas horas sentado o posiciones antinaturales.

 

  • Lumbocetalgia: se trata de una combinación entre afectación de los músculos de la región lumbar y el nervio ciático.

Finalmente, el tratamiento para este tipo de dolores se basa en analgésicos más algunas terapias físicas como la aplicación de compresas frías y calientes o aplicación de hielo. En estos casos lo ideal es acudir al médico.