He aha ka ankylosing spondylitis

ʻO ka ankylosing spondylitis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a las articulaciones de la columna vertebral, ka mea i manao e wili pu, provocando que haya una limitación de la movilidad. Esto provoca una pérdida de flexibilidad de la columna vertebral, que acaba quedándose fusionada y rígida, me ke ano o keia.

I kēia hihia, ʻike mākou i kahi maʻi i loaʻa me kekahi mau alapine a pili nui i nā poʻe ma waena 20 a 30 años de edad, siendo menos frecuente y más leve en el caso de las mujeres que en los hombros. i ka nui nuiíi na manawa, hele kaʻawale ka ankylosing spondylitis, aunque en algunas ocasiones está asociada a enfermedades inflamatorias del intestino o la enfermedad de la piel llamada psoriasis.

Papa kuhikuhi

Ke kumu o ka ankylosing spondylitis

No se conoce la causa por la cual se produce la ankylosing spondylitis, si bien en los últimos años se ha ido trabajando en el conocimiento de los mecanismos que provocan este proceso y een los diferentes agentes que podrían estar detrás de este problema.

Se conoce desde hace tiempo que la espondilitis anquilosante afecta en mayor medida a aquellas personas que presentan por herencia genética el antígeno HLA B27 y la transmisión genética de esta marca es lo que hace que sea más frecuente que se de en determinadas razas y familias. Poser este antígeno parece provocar una respuesta anormal de la persona a la acción de determinados gérmenes, a o keia ka mea e loaa ai ke kanaka i keia mai..

ntomas de la espondilitis anquilosante

Ke kamaʻilio e pili ana i kaíntomas de la ankylosing spondylitis ʻIke mākou i ke kanaka i loaʻa iā ia, acostumbra a sufrir un dolor lumbar o lumbago o síntomas similares a la ciática, que se produce por la inflamación en las articulaciones vertebrales y sacroilíacas.

I kēia hihia, ʻike mākou he ʻano ʻeha ia., que se caracteriza por ser de una aparición lenta, hoʻopunipuni a mālie, sin poder precisarse exactamente  el momento en el que comienzan los síntoma, sobre todo cuando la persona que la sufre mejora con la actividad física.  Ma keia ano, el mayor dolor se suele sufrir en las últimas horas de la noche y las primeras de la madrugada, i kēlā mau manawa i loaʻa i ka mea maʻi ke kukui maikaʻi ma kahi moe. Esto obliga a que la persona se levante y camine para poder notar alivio e incluso poder decir adiós al dolor.

Ua holo ʻoi aʻe ka manawa, ka ankylosing spondylitis hiki i ka ʻeha a me ka ʻoʻoleʻa a hiki i ka iwi kuamoʻo a me ka ʻāʻī. ʻO ka Vértebras se van fusionando y la columna gana rigidez al mismo tiempo que pierde flexibilidad. Spaghettién se puede ver afectada la caja torápopoki, provocando dolor en el esternón y costillas, hiki i kahi e pilikia ai ke hanu.

Pēlā nō, hay que indicar que el dolor y la inflamación puede llegar a darse en distintas articulaciones de rodillas, kuʻekuʻe wāwae, poʻohiwi, pūhaka, a i ʻole ma nā wahi i hoʻopili ʻia ai nā ligaments a me nā tendon.

Hōʻikeóstico de la espondilitis anquilosante

El diagnóstico de la espondilitis anquilosante está basado en la propia exploración física y los síntomas que sufre el paciente. Para confirmar el diagnóstico se llevan a cabo pruebas de imagen como radiografías de la pelvis y la columna vertebral, para así comprobar los cambios que han tenido lugar  con motivo de la inflamación en las sacroilíacas y las vévertebrae.

Eia naʻe, en ocasiones estos cambios radiológicos aparecen con una demora relativamente grande con respecto al comienzo de los síntoma. Llevar a cabo determinados análisis de sangre puede ayudar al diagnóstico de la enfermedad.

ʻO ka mālama ʻana i ka ankylosing spondylitis

Ke ike ia kona kumu, síntomas y diagnóstico, es el momento de saber cómo tratar la ankylosing spondylitis. En este sentido hay que tener en cuenta que no existe ningún tratamiento para curar definitivamente la enfermedad. Eia naʻe, existen diferentes medicamentos eficaces y técnicas de rehabilitación que ayudan a aliviar el dolor y permiten una buena movilidad, e ʻimi ana e hoʻomaikaʻi i kou maikaʻi o ke ola.

El uso de nā lāʻau anti-inflammatory (KANAWAI) consigue reducir e incluso llegar a eliminar la inflamacióʻaʻohe o nā hono, pela e hoopau ai i ka eha, a e hoʻomaha i ka pō kūpono. Estos fármacos tienen la ventaja de que no producen habituación ni adicción, no laila hiki ke lawe ʻia i nā manawa lōʻihi. Eia naʻe, aquellas personas que tienen antecedentes de úlcera de estómago o de duodeno o con problemas de riñón o cardiovasculares deberán tener una mayor precaución con su uso.

Un de los principales pilares para poder tratar la ankylosing spondylitis es la rehabilitación permanente, ʻo ia hoʻi, la realización de ejercicios físicos reglados y ejercicios respiratorios orientados a fortalecer la espalda, e like meí como a evitar la rigidez y la pérdida de movilidad de la columna vertebral.

La práctica deportiva que haga posible una extensión de la espalda y permite ayudar a mantener la movilidad en caderas y hombros, paipai nui ia. Es por ello por lo que la natación es el mejor ejercicio para tratar la espondilitis anquilosante, ya que gracias a ella se ejercitan de una forma equilibrada todos los músculos y articulaciones de la espalda, hiki i ka ʻeha mai ka maʻi. Pono e pale i nā haʻuki a me nā hoʻoikaika kino, y que supongan la posibilidad de sufrir un traumatismo articular y óseo.

En algunos pacientes con espondilitis anquilosante con una evolución de mayor importancia y cuando se ven afectadas otras articulaciones además de la columna vertebral, puede ser indicada la administración de sulfasalazina o metotrexato, pili maʻamau me nā anti-inflammatories.

Kahi mea hou aʻe, en la actualidad también se recurre al uso de tratamientos biológicos, que son medicamentos potentes dirigidos de forma específica a los componentes de la respuesta inmunológica que están interviniendo en la enfermedad. Eia naʻe, eá el reumatólogo el que decidirá el mejor tratamiento.

No kāna ʻāpana, ka cirugía solo puede ser usada de forma ocasional y en caso de articulaciones muy dañadas y de escasa movilidad.