ʻeha hope haʻahaʻa mau

El dolor lumbar se localiza en la zona más baja de la espalda y suele durar algo más de 3 mahina, lo que indica que es un dolor cróniko. Se acompaña en algunas ocasiones con dolor en las piernas y en algunas ocasiones también con cierta sensación de hormigueo. Spaghettién se asocia al nervio ciático, ʻo ia hoʻi, ke kuʻi ʻia ke aʻalolo a ʻā, eha nui ana.

I ka manawa éste dolor cróniko pops up, suele ser bastante intenso y con el paso del tiempo es cada vez más agudo e incluso puede llevar al paciente a tener periodos de convalecencia.

Es importante consultar siempre con el médico para diagnosticar el tipo de dolencia y su mejor tratamiento.

Papa kuhikuhi

¿He ahaé causa el dolor lumbar cróniko?

Dolor lumbar cróniko

No existe una única causa para los dolores lumbares crónicos, aunque lo más habitual es que el problema radique en las propias articulaciones.
ʻO ko mākou kaiaulu a me nā loina o kēia manawa, Lawe lākou iā mākou i kahi ala hiki ʻole ke hoʻopaʻa ʻia i kahi nohona sedentary, que con el tiempo produce otro tipo de problemas como la inmovilización muscular y la obesidad.

La tensión en la parte inferior de la espalda ʻike ʻia me nā kūlana kūpono ʻole a i ʻole kekahi mau pilikia e pilikia ai ka mea maʻi ma ke ʻano pilikino o kēlā me kēia lā, hana, etc.

Si añadimos al sedentarismo la falta de ejercicio, el resultado es un atrofiamiento de músculos y ligamentos que son necesarios para la correcta estabilidad de la espalda. Inā ʻaʻohe paʻa o ka ʻiʻo a hana mākou i kekahi mau neʻe i manaʻo ʻole ʻia, hikiwawe a walaʻau paha, la espalda sufre un gran impacto y esto produce un gran dolor y contracción muscular.

Estando en ésta ka mahele mua o ka eha a me ka mai, ʻO kēia ka manawa e pono ai ʻoe e hoʻoponopono i ka pilikia., ya que con los años y el envejecimiento de la columna, puede evolucionar en un problema mucho mayor como degeneración de vévertebrae, deshidratación de disco o hernia discal.

Hōʻikeóstico

Es importante diagnosticar a tiempo éste tipo de enfermedades, ʻeha a ʻeha paha, oiai me ka lapaau kupono e hiki ai ke pale aku i ka mahuahua ana o ka pilikia.

No ka mea ʻike pono i ka pilikia, los especialistas utilizan ciertas técnicas para dictaminar que trastorno sufre la espalda:

Analítica. Con un simple análisis de sangre se descubre si existen algún tipo de inflamación o reuma y otro tipo de enfermedad dolorosa.
Radiografíe like me. Con ellas se puede valorar si existen patologías degenerativas del aparato locomotor o si hay algún tipo de inestabilidad en las vévertebrae.
• TAC (Tomografía Axilar Computerizada). Me ésta técnica se pueden localizar daños o enfermedades en las partes blandas.
• MRI (Resonancia Magnética Nuclear). E ʻike i nā ʻeha ʻili palupalu, sobre todo cuando ya se sospecha de un daño discal.
• EMG (Electromiografía). Detecta si existen lesiones de tipo neurológico y al mismo tiempo se obtiene un grado que indica lo severa que es la lesión y cuán crónico es.
• Loiloión de la función lumbar. Se mide el ángulo del dolor, la fuerza muscular y el rendimiento del múkenekulia.

Nā lāʻau lapaʻau

En un principio los médicos suelen ofrecer tratamientos farmacéuticos y observan cómo responde el paciente. Comúnmente se recetan antiinflamatorios y analgésicos para el dolor.

Ke tratamiento más común no es suficiente o se quiere agregar algún tratamiento más, usualmente existen éstos:

• Physiotherapy. Con ella se reacondicionan los músculos para que se puedan mover sin dolor.
• kanaka kālaiʻikeía. Los psicólogos utilizan técnicas para canalizar el estrés que es en su mayoría el productor del dolor cróniko.
• Cirugía. Si el problema se puede solucionar a través de cirugía, ka médico lo recomendará para paliar el dolor.
Dispositivos. Se implantan neuroestimuladores o bomba de infusión a través de cirugía que controlan el dolor y lo canalizan antes de que llegue al cerebro.
Bloqueos nerviosos. Son analgésicos o inyecciones de esteroides que se aplican en la zona del dolor, ka mea e hoʻomaha ai i ka ʻeha no ka manawa pōkole.
Neuroablación. Con calor se destruyen los nervios que envían las señales de dolor al cerebro. Ésta técnica es irreversible, por lo que los especialistas lo recomiendan sólo cuando ya no existen otros tratamientos.