La artritis idiopática juvenil es un término que muchas personas desconocen pero que hay que conocer para saber cómo puede llegar a afectar a aquellos que la sufren. Las enfermedades reumáticas también existen en etapas tempranas como la infancia o la adolescencia, siendo unas enfermedades que afectan al tejido conjuntivo, principal componente del aparato locomotor y que también forma parte de otros órganos como los ojos, la piel, vasos sanguíneos…
Por este motivo, nos encontramos con que sus síntomas son muy variados, como dolor e inflamación de las articulaciones, fiebre, erupciones de la piel, aumento del tamaño de los ganglios, cansancio, retraso del crecimiento, etcétera. Dentro de las enfermedades reumáticos infantiles, la más frecuente es la artritis idiopática juvenil (AIJ).
Índice
¿Qué es la artritis idiopática juvenil?
La artritis idiopática juvenil es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a las articulaciones pero que también puede llegar a afectar a otros órganos y puede llegar a tener repercusión en el crecimiento y el correcto desarrollo normal del niño.
Este problema surge antes de los 16 años de edad y puede llegar a prolongarse a lo largo de varios años, aunque al contrario de lo que sucede con otros casos, no es necesariamente para toda la vida. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que no todas las artritis son iguales, existiendo varios tipos que tienen características propias.
Por lo general, este problema es más frecuente en las niñas y comienza a darse entre el primer y cuarto año de vida, aunque cada tipo de artritis tiene preferencia por un grupo de sexo y edad diferentes, y es un problema que se da en diferentes las razas.
Cada año se diagnostican en torno a 10 casos por cada 100.000 niños menores de 16 años y aproximadamente 1 de cada 1.000 niños a nivel global padece artritis crónica.
Causas de la artritis idiopática juvenil
Si has llegado hasta aquí te interesará saber las causas de la artritis idiopática juvenil, debiendo tener en cuenta que la causa exacta de que se produzca es desconocida. No se encuentra producida ni por gérmenes, que hace que no sea una enfermedad infecciosa, ni se cura con antibióticos, además de no ser contagiosa.
Tampoco se ocasiona por el clima ni los traumatismos provocan la enfermedad, ni tampoco se heredera, si bien es cierto que influyen factores hereditarios y es posible que algún otro miembro de la familia tenga alguna forma de artritis.
Algunos niños tienen una especial predisposición genética y si coincide con otros factores todavía desconocidos se producen unas alteraciones autoinmunes, es decir, de nuestro sistema de defensa. Es el propio sistema inmunológico del niño el que actúa frente a las infecciones y reacciona contra el propio organismo, sobre todo a nivel de la membrana sinovial que recubre las articulaciones, produciendo así su inflamación crónica o artritis.
La lesión inicial se produce como consecuencia de la inflamación de la membrana sinovial, que incrementa su grosor y produce una mayor cantidad de líquido de lo normal, distendiendo la cápsula y los ligamentos.
Síntomas de la artritis idiopática juvenil
Los síntomas principales de la artritis idiopática juvenil son el dolor, la hinchazón, y el aumento de calor en las articulaciones, existiendo rigidez y dificultad para poder realizar los movimientos. En ocasiones el comienzo es lento y progresivo y se produce en los niños poco a poco, sin que se den apenas cuentas. Sin embargo, en otras ocasiones el comienzo es brusco y grave, con importantes síntomas generales como fiebre alta, manchas en la piel, dolor difuso en piernas y brazos o hinchazón en otras articulaciones.
La persistencia de la inflamación en unas articulaciones que están en crecimiento, altera su morfología definitiva y pueden deformarse si no se tratan de forma correcta desde sus inicios.
Tipos de artritis idiopática juvenil
Ahora llega el momento de hablar de los diferentes tipos de artritis idiopática juvenil, teniendo cada una de ellas sus propias características:
Artritis sistémica
En este caso hablamos de una artritis sistémica cuando el niño tiene fiebre persistente y manchas en la piel junto con artritis o dolor en las articulaciones. Es más frecuente en niños menores de 5 años y afecta tanto a niños como a niñas.
Desde el primer día el niño presenta dolores musculares en brazos y piernas y en las articulaciones, los cuáles se acentúan cuando la fiebre es alta. En ocasiones no hay signos de inflamación y la artritis puede aparecer incluso días, semanas o meses después.
Poliartritis
La poliartritis tiene lugar cuando desde el comienzo se inflaman muchas articulaciones (más de cuatro) sin que tenga una gran repercusión en el estado general, aunque posteriormente aparece el cansancio, debilidad muscular, pérdida de apetito y dificultad para realizar los movimientos. Afecta en mayor medida a las niñas de cualquier edad.
Poliartritis con factor reumatoide
Es una forma menos frecuente que se presenta en apenas un 10% de los casos. La mayoría son niñas de entre 11 y 16 años, que comienzan con unos síntomas inespecíficos pero que rápidamente presentan una poliartritis simétrica, inflamándose las mismas articulaciones del lado derecho y del izquierdo.
Oligoartritis
Es un tipo de artritis más común y afecta a menos de cuatro articulaciones, siendo más frecuente en niñas menores de 6 años y que habitualmente comienza entre los 2-3 años de edad. En ocasiones hay una monoartritis, cuando solo se inflama una articulación, que habitualmente es la rodilla. Este tipo de artritis no afecta al estado general del niño, pero tiene un alto riesgo de producir inflamación de los ojos.
Artritis con entesitis
Se da con mayor frecuencia entre niños de 10 y 12 años de edad, afectando principalmente a las articulaciones de las piernas: rodillas, caderas, tobillos y dedos de los pies. Es muy característica la inflamación de las zonas de unión del hueso con los tendones y ligamentos, lo que se conoce como entesitis.
Artritis con psoriasis
Por último, dentro de la artritis idiopática juvenil hay que mencionar esta artritis acompañada de la enfermedad cutánea llamada psoriasis, con la cual la piel se desescama y aparecen lesiones puntiformes en las uñas. Es poco frecuente entre los niños pero puede afectar a niños de más de 8 años.
