Abscesos epidurales

Los abscesos epidurales son inflamaciones producidas por una acumulación de material purulento (pus), entre la membrana externa que cubre el cerebro y la méTe taura no te hoho'a (duramadre) y los huesos del cráneo o la columna vertebral. Se trata de una enfermedad rara, con una incidencia de 2/10.000 taata, aunque en las úHopea décadas se ha observado un aumento de incidencia.

Un absceso epidural es una inflamación producida por una acumulación de material purulento

 

Los abscesos epidurales se dividen en dos tipos: el absceso epidural espinal y el absceso epidural intracraneal. La diferencia es el sitio donde se desarrollan, el factor de riesgo y los síTe mau tapao o te ma'. Los casos de abscesos son más comunes en la columna lumbar y torácica que en la columna cervical.

En el caso de los abscesos epidurales espinales, estos aparecen en las regiones torácicas o lumbares. Muchas veces se origina por una infección subyacente, de tipo remota o contigua. La extensión del absceso da lugar a hallazgos neurológicos extensos y puede necesitar múltiples RIRO EI HI'ORAA MAITAIíTe mau mana'o tauturu no te.

La detección temprana de esta enfermedad y una la consulta oportuna con un neurocirujano o especialista en enfermedades infecciosas, optimiza el resultado neurológico.

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los abscesos epidurales espinales aparecen en las regiones torácicas o lumbaresCausas de los abscesos epidurales

En un tercio de los casos, la causa es idiopáTica (de origen desconocido). De diez a treinta por ciento de los abscesos epidurales son el resultado de una extensión de alguna infección local, por ejemplo osteomielitis vertebral, absceso del psoas o una infección contigua de partes blandas.

Tera râ,, los microorganismos causales más frecuentes son el Staphylococcus aureus y la Escherichia coli. A hi'o atoaén puede ser atribuido su causa a la enfermedad de Pott (un absceso tuberculoso de la columna toráCica). Raras veces es ocasionado por un absceso similar en el espacio subdural.

Los abscesos epidurales también se originan por:

  • Procedimientos invasivos: Te tâpûraaíhoê ana'iraa, catéter de dolor epidural, anestesia epidural, inyecciones de esteroides y analgésicos.
  • Endocarditis infecciosa
  • Uso de drogas intravenosas
  • Dispositivos de acceso vascular
  • Infección del tracto urinario
  • Infecciones del tracto respiratorio

SíTe mau tapao o te ma'

El absceso epidural espinal puede presentarse a cualquier edad. El absceso epidural intracraneal es más común entre los 20-30 iaños de vida. La edad promedio de pacientes con absceso epidural espinal está i rotopu i te 50-60 iañoe.

Síntomas del absceso epiduralntomas del absceso epidural intracraneal

En este caso se pueden esperar:

  • Cefalea
  • Rigidez en la nuca
  • Somnolencia
  • Convulsiones
  • mitos
  • Coágulos de sangre en las arterias carótidas

De no tratarse a tiempo, Te Mau Mana'o no te Haapiiraaíntomas del absceso epidural intracraneal puede evolucionar en díTe mau mana'o tauturu no te, llegando a desarrollar meningitis o un absceso en el cerebro. Finalmente, el progreso de los síntomas conduce a la muerte.

ntomas del absceso epidural espinal

En este caso se pueden esperar:

  • Dolor dorsal local o radicular que se intensifica al recostarse
  • Fiebre intermitente
  • Sensibilidad a la percusión
  • Compresión medular

Si no se trata con celeridad, ocurre compresión en las raíces espinales lumbares, llegando a déficits neurológicos. En este punto puede aparecer paresia en las piernas, disfunción intestinal y vesical.

Diagnóstico del absceso epidural

Algunos especialistas comienzan con pruebas de laboratorio de rutina. Según estudios, dos tercios de los pacientes con absceso epidural presentan leucocitosis, por lo que se sugiere conteo sanguíneo completo, como evaluación inicial.

Se puede establecer un diagnóstico microbiológico. Ua haapii mai te 60% de los pacientes con absceso epidural muestran hemocultivos positivos.

A hi'o atoaén se pueden indicar cultivos aeróbicos y anaeróbicos en líquido del absceso. Teie rave'aón es riesgosa, debido a que puede causar un desplazamiento hacia abajo del cerebro y podría traer consecuencias mortales.

Diagnóstico del absceso epidural

La resonancia magnéTica (RM) es el principal y más importante examen para el diagnóStico tanto en el absceso epidural intracraneal, como en el absceso epidural espinal. Es posible que en la primera resonancia magnéTica, no se encuentren pruebas suficientes para determinar el absceso, lo que exige una repetición del estudio.

En el proceso se coloca una inyección intravenosa de gadolinio, con el fin de aumentar la visualización de los abscesos y permite diferenciar entre el absceso y las estructuras neurológicas circundantes.

La tomografía computarizada (TC) puede ser una buena alternativa, si la resonancia magnética no se encuentra disponible. Para llevar a cabo una TC exitosa, se coloca un contraste intravenoso (mielografíia), para facilitar la visualización de líquido en el espacio epidural.

La TC combinada con mielografía es muy efectiva, pero puede representar un riesgo considerable. Esta puede causar hemorragia, una lesión nerviosa o choque espinal.

Rapaauraa

El tratamiento tradicional para el absceso epidural espinal es la descompresióTe mau notaúrgica emergente y drenaje de material purulento.

Tratamiento con antibióTe mau Ticos

Si el paciente se considera de alto riesgo para una cirugíia, se puede recomendar terapia de antibióticos en combinación con aspiración del material líquido.

Los antibióticos se deben administran por vía intravenosa. Es posible incorporar anticonvulsivos y medidas para reducir la presión intracraneal. Es frecuente el uso de diuréTe mau Ticos, para reducir la cantidad de líquido en el cuerpo o aplicar corticoesteroides, que reduce la inflamación.

La aplicación de antibióticos debe ser aplicada con plena consciencia de los riesgos, debido a que puede producirse un deterioro rápido en cualquier momento con un final catastrófico para el paciente. Incluso una cirugía de emergencia en este caso, puede resultar estéril.

Te rapaauraa i te ma'iúRgico

Te rapaauraa i te ma'iúrgico para absceso epidural

Los abscesos epidurales se deben drenarse quirúrgicamente. Si el origen de la infección se debe a alguna anomalía en los senos paranasales o el oído medio, se corregirá en la misma cirugíia.

En caso de presentar absceso epidural intracraneal, el paciente debe ser sometido a una descompresióEiaha eáA ani. Este se considera como emergencia neuroquirúrgica.

Si estamos en presencia de un absceso epidural espinal, se requiere laminectomía descompresiva, como nombrábamos arriba. Se puede intentar un drenaje guiado por TC en casos de absceso epidural espinal posterior, sin embargo no hay mucha información al respecto.

En algunos pacientes la cirugía de llevarse a cabo con cautela, para evitar resultados desastrosos. En otras situaciones se podrán aplicar distintas téQuir Techniquesúrgicas para drenar el pus.

Si el paciente es lactante, se puede usar la técnica de introducir una aguja en el absceso a través de una fontanela, con el fin de liberar el material purulento y reducir la presión.

Recomendaciones

Si presentas síTe mau tapao o te ma', debes consultar urgente con un neurocirujano para iniciar una descompresióTe mau notaúrgica y drenaje lo antes posible. De no ser posible una cirugía inmediata, el especialista debe hacer un seguimiento estricto.

Mientras la cirugía no se lleve a cabo y se esté tratando al paciente con antibióTe mau Ticos,  se debe realizar una nueva resonancia magnética de seguimiento en el rango de 2-4 semanas, para observar la evolución del absceso.

Durante el periodo de recuperacióTe mau notaúrgica se deben realizar exámenes neurológicos con frecuencia. En pacientes con déficit neurológico residual se recomienda fisioterapia.